Ian Watkins, excantante del grupo Lostprophets, se enfrenta a un nuevo juicio porque escondió un teléfono móvil dentro de su ano, mientras cumple condena en una prisión británica de máxima seguridad.

Watkins (42 años) fue el cantante de Lostprophets desde 1997 hasta 2012, año en que fue acusado, y posteriormente encontrado culpable, de cometer múltiples casos de abuso sexual, tentativa de violación, pederastia, corrupción de menores, pedofilia, zoofilia e incluso intento de secuestro y asesinato.

Sentenciado a 35 años de prisión -de los que debe cumplir al menos 29-, Ian ha sido juzgado de nuevo, ahora por tener un teléfono móvil en la celda de la cárcel de Wakefield, West Yorkshire (Reino Unido). Lo utilizaba para comunicarse con una mujer con la que tuvo una relación.

La policía del centro penitenciario recibió un chivatazo el año pasado acerca de que Watkins podría poseer un pequeño teléfono móvil. Tras el registro, no se lo encontraron. Más tarde, el preso preguntó si una visita ya prevista de su madre seguía en pie. Se le denegó y, por su propia iniciativa, extrajo el celular de su ano y lo entregó a cambio de que el encuentro con su madre siguiese en pie. El reo negó que fuera suyo ni para su uso y alegó que pertenecía a otros presos que lo habían obligado a esconderlo en semejante lugar bajo amenazas.