1. “Imposible razonar”: Una buena composición para iniciar el último disco de Ratones Koloraos, con sus ya clásicos cambios de ritmo y unas guitarras que suben y bajan la intensidad de su ejecución según lo precisen la letra y los argumentos que transmite la canción. Un canto a huir de la toxicidad, venga de donde venga. Imposible que el título no recuerde a aquel otro de un disco de los vascos Kalean, aunque en este caso el estribillo es un puro chicle de los que no se te va de la cabeza en una semana.

2. “¡¡Vámono…!!” Ohú, que canción… El trío gira en torno a la siempre histriónica forma de cantar de Elías, más dramatizada que nunca en este reciente EP. Los hipotéticos Leño de 2025, los Sobrinus de los 90, los Mamá Ladilla del siglo XXI y, en definitiva, los Toy Dolls españoles que hacen una música sin parangón posible en otras formaciones del panorama nacional. Esta vez se apela a la cordura en este mundo cada vez más complejo y contradictorio, abrazando la sencillez de las cosas bonitas de la vida. Como por ejemplo la cortinilla de las “Fantasías animadas de ayer y de hoy” de Warner Bros.  

3. “Asesino sonriente”. El nuevo “loco del pelo rojo” con una gorra que pone ‘Make american great again’ se merecía su propia canción. Tocaba acelerar la maquinaria para entrar en la mente de semejante desierto neuronal y los Ratones Koloraos se aplican a conciencia en un desarrollo instrumental final que parece un viaje acelerado en el Tesla de Elon Musk. “La has vuelto a liar”, proclama su último verso. Ya te digo… a razón de una por semana.

4. “A duras penas”. Una atípica balada o medio tiempo con arreglos de viento y un descanso de corte introspectivo y letra personal. Dibujos de guitarra y un lejano aire a los Extremoduro o Leize más emocionales, que demuestran que los Ratones tienen más colores en su paleta artística que los “koloraos” ya conocidos.

5. “Mal-Amén (Malamente)”. Por fin una tonadilla que nos haga olvidar el “Malamente” de la dichosa Rosalía. Segundo single del EP, dedicada con ningún cariño a aquellos mediocres que alcanzan las élites profesionales en empresas públicas o privadas, y que desde sus nuevos despachos cercenan a quienes pueden hacerles competencia o sombra, denunciar su inutilidad o evidenciar sus políticas de acoso y derribo hacia quienes están más abajo en la escala laboral. Qué menos que un chorro final de desagüe para dar sentido a los últimos segundos de este tema frenético y descarado.  

6. “Todo lo ke kalkulo…”: “… me sale como el culo”. Así es como se completa el título que cierra la colección de Ratones Koloraos, una más que necesaria ración de humor sardónico y maduro para celebrar y sobrevivir a este primer cuarto del siglo XXI. La crónica de este desventurado “malo” está ilustrada de una manera muy divertida en el videoclip realizado por Arturo Santos.

Leo Cebrián Sanz