Isthar ha lanzado el quinto disco de su carrera con el sencillo título de “V (Cinco)”, para que no se te olvide.

Hace algo más de tres años ya hicimos una ‘entrevista loca’ a su cantante y bajista, José Luis Rodríguez Morcuende, quien no se ha amilanado y está listo para otra sesión especial de preguntas diferentes. Como las tres primeras, las filosóficas, son obligatorias, comenzamos recordándole lo que contestó entonces.


por Jon Marin


José Luis, así contestaste en la anterior ocasión:

¿Quién eres? -No lo tengo claro.

¿De dónde vienes? -Ya me gustaría saberlo.

¿Adónde vas? -Ya me gustaría saberlo.

-Pasado este tiempo, ¿te reafirmas o cambias algo? -Cada vez lo tengo menos claro, aunque cada vez tengo más claro que me gustaría tenerlo todo claro.


¿Cuál crees que ha sido el punto álgido de Isthar en su carrera hasta hoy? –Ha habido varios momentos inolvidables, como los conciertos en alguno de los festivales importantes, como Leyendas del Rock, por ejemplo; pero quizá me quedo con cualquiera de los conciertos con la Coral Polifónica de Candeleda -especialmente el que hicimos allí, en mi pueblo- por lo que supusieron de atrevimiento en cuanto a combinar un grupo de rock en la línea de Isthar con una formación polifónica, más el añadido de bailarinas y figurantes de distinto tipo.

Mirando hacia atrás, ¿hay algo que hizo el grupo Isthar de lo que ahora te arrepientes? -No me arrepiento de nada porque todo lo que ha habido, bueno o malo, tenía su razón de ser; aunque quizá, después de ya casi cincuenta años de Isthar y como único miembro fundador que ha permanecido siempre fiel a la diosa, me reprocho no haber sido capaz de mantener una formación estable evitando tanto cambio como ha habido a lo largo de los años. Pero las cosas han sido así y hay que darlas por buenas.

Si hubiese que definir al grupo con un color, ¿cuál y por qué? -Con el azul, porque es mi color favorito.

¿Con una flor?, ¿cuál sería? -La peonía.

¿Y un animal? -Cualquiera menos el animal ser humano.

¿Cuál es tu momento favorito en la banda: la composición, la grabación, los viajes, el escenario, los momentos en el camerino después del concierto, quizá estos días de promoción…? -Me encanta viajar. Cuando el escenario era un hábito en mi vida, lo vivía como algo insuperable, incluyendo el antes y el después en el camerino. La promoción es algo inevitable con cada nuevo disco y además es el momento en el que los demás te puntúan, por decirlo de alguna manera. Pero el tiempo de la composición y la grabación, a día de hoy, dadas las circunstancias, es lo que más me satisface. La composición, desde el primer momento de inspiración, cuando conectas con las musas, y las sesiones de grabación, para redondear la faena y enriquecer las primeras ideas, para mí, superan todo lo imaginable. Cada nueva idea, cada nuevo arreglo y cada nueva canción terminada es un auténtico tesoro.

Dinos, por orden, los tres países en los que prefieres triunfar: -En otro tiempo te habría dicho, sin dudarlo, Estados Unidos, Inglaterra y Japón, pero ahora me da lo mismo. Lo único que quiero es seguir haciendo música y que sea la historia quien hable.

¿Qué artista o grupo es el que más escuchas en estos momentos? -Me gusta mucho seguir oyendo a los grupos clásicos, los que me engancharon: Led Zeppelin, Allman, Genesis, Yes… De lo nuevo oigo todo lo que puedo, pero la realidad es que no encuentro nada que me satisfaga al mismo nivel, ¡y ya me gustaría! También oigo mucha música clásica y cada vez me gusta más el flamenco. De todas las maneras, suelo oír casi de todo, menos algunas cosas que no me lo permito porque no caben dentro de lo que para mí es la música –con mayúscula-.

¿Y a cuál harías desaparecer de la faz de la Tierra? –Creo que a ninguno porque, a fin de cuentas, también mola tener alguien de quien renegar.

De los grupos o músicos desaparecidos, ¿cuál te ha dado más rabia no ver en directo? -Mi querida Janis Joplin; las sesiones interminables, según se cuenta, de los Allman Brothers…

Para grabar en el disco «V» has invitado a una lista fenomenal de músicos españoles. Si fuera posible, haznos una selección de los extranjeros a los que invitarías para el próximo CD. -Si se terciara, al que se terciara de los buenos; pero creo sinceramente que sería innecesario porque lo que tenemos aquí (en España) está, como mínimo, al mismo nivel de los buenos del resto del mundo.

¿Aguantas bien una mala crítica? -Aunque me joda, creo que sí, siempre y cuando esté fundamentada. Ha habido algunas que me han dado pena por el gran desconocimiento del crítico con respecto a lo que criticaba.

¿Prefieres comer en casa o en un restaurante? -Me encanta comer en casa, aunque por mi trabajo hago más comidas fuera.

¿Eres creyente? -Según lo que la gente entiende por creyente, no. No soy ¡nada! religioso, pero me considero una persona muy espiritual con un contacto muy directo con… ¿podría llamarse Dios?

¿Futbolero? -Me da igual el fútbol, pero si hay algún partido importante, si se tercia, lo veo.

¿De qué equipo? -Del Real Madrid, por ser de alguien.

(Sonrisa cómplice del entrevistador).

¿Cine, teatro o un evento deportivo? -Cualquiera de ellos si son lo suficientemente atractivos para mí.

¿Priorizas ver uno de estos espectáculos antes que asistir a un concierto? -No. No voy a nada, de lo que sea, que no me llame suficientemente la atención, sea lo que sea.

¿A cuántas plataformas, tipo Netflix, estás suscrito? -A ninguna.

¿Estás de acuerdo con que los músicos tengan que alquilar una sala de conciertos para tocar? Para nada. Entiendo que los de las salas traten de rentabilizar sus negocios, pero ¿pagar por hacer tu trabajo…?

¿Y con lo de tocar gratis en un festival importante porque la banda no es de las ‘grandes’ y se supone que el promotor te está haciendo un favor? -El favor se lo hacen los grupos, que les rellenan el cartel por el morro. La única vez que alguien me dijo que me hacía un favor por una situación de ese tipo, le colgué el teléfono.

¿Con qué grupo o músico no quieres volver a cruzarte en el mismo escenario? -No tengo ningún problema en cruzarme con nadie, otra cosa es que haya más o menos feeling. Pero eso pasa con todo en la vida y no por eso hay que ir esquivando a nadie.

¿Con qué bandas te encantaría hacer una gira mundial? (españolas y extranjeras). –Creo que ahora lo que más me gustaría es tocar de vez en cuando donde me apeteciera, con quien sea y donde sea, pero solo cuando el cuerpo me lo pidiera.

¿Cuándo escuchas una canción que te gusta: la bailas o la cantas? –Siempre la canto. Lo de bailar no es para mí, tal y como digo en una canción del disco nuevo. Me muero de vergüenza.

Eres un ‘rockero’ afortunado, no se te ha caído el pelo. Si sucediese, ¿gorra, pañuelo o te rapas la cabeza? -Otra pregunta. No quiero ni pensarlo.

Cuando asistes a una boda o a una ceremonia importante, ¿te vistes de traje y corbata? -Si te digo que no voy nunca a bodas o a ceremonias de ese tipo, casi te mentiría porque, aunque es verdad que no voy, este año me he tenido que chupar dos bodas: A una he ido con vaqueros y a otra con un traje precioso a rayas, de mi hijo, pero sin corbata y con deportivas

¿Eres madrugador o vives más de noche? -Vivo mucho la noche, pero porque me despierto muy pronto, no porque me acueste tarde. Siempre he dormido muy mal.

¿Por qué las magdalenas se ponen duras y las galletas blandas? -Porque no nos las comemos a su debido tiempo.

¿Tienes mascota?, ¿te gustan los animales? -Me encantan, pero no tengo ninguno. Tuve una perra que, aunque no era mía, podría decirse que vivíamos el uno para el otro hasta que se murió. Se llamaba Kiara. En el segundo disco de la trilogía de Morcuende, “Tres caras de la misma moneda”, hay una canción instrumental dedicada a ella.

¿Qué harías si ves un animal en peligro de extinción comiéndose una planta en peligro de extinción? -Dejar que la naturaleza siga su curso.

Estamos acabando. Un mensaje a los seguidores de Isthar. -Que queda mucha música de Isthar por venir. Y a todo el mundo, en general, que recuperen el buen hábito de pararse detenidamente a escuchar música, fijándose en la gran cantidad de detalles que hay en muchas grabaciones que, por desgracia, pasan totalmente desapercibidos por falta de dedicarle la atención y el tiempo necesarios a la música.

Para cerrar, protesta, grita, cágate en el que te ha hecho esta entrevista, manda besos o di lo primero que se te pase por la cabeza. -Un beso para todo el que lo merezca y una patada en los güitos a quien no. Only.