En los últimos días nos ha sorprendido sobremanera el anuncio del vocalista Joanjo Bosch de que regresa al Rock Duro, tras años de estar alejado de él. El vocalista fue el encargado de dar fuerza a las letras de Áspid, un grupo básico en el Metal de los duros años noventa. Duros por el tipo de música que hacían, pero también por las complicadas condiciones que se encontraron en el camino las formaciones que defendieron la etiqueta en aquella época.

Bosch dio un volantazo importante a su trayectoria artística, ya que a partir de 2007 optó por la canción de autor, tanto en castellano como en catalán. Lo hizo con el nombre de Joanjo Bosk, con «k». Han sido nada menos que trece años de carrera en solitario, en los que le ha dado tiempo a hacer de todo: desde versionar a los máximos referentes de la Nova Cançó a implicarse en la reivindicación de los exiliados que cruzaron la frontera francesa al final de la Guerra Civil.

Ha colaborado con distintas entidades y recibido varios premios y ayudas institucionales, logrando un cierto prestigio entre la renovación generacional del catalanismo artístico y cultural. Ahora toca volver a las raíces, tal y como refleja un comunicado oficial que contiene algunas reflexiones interesantes sobre la actualidad política y sus vínculos con la creación:

«TOMAR DISTANCIA PARA RECUPERAR FUERZAS

Aunque intento acabar este escrito de forma positiva, comparto con vosotros que, a partir de ahora, no será una prioridad para mí hacer conciertos en directo bajo mi nombre. Aunque aún tengo compromisos y no descarto hacer alguna actuación más o incluso publicar algún tema, lo que sí puedo asegurar es que será de forma muy puntual. Esta decisión la tomo con cierto orgullo después de trece años de caminar en solitario y siete trabajos publicados durante esta etapa.

Sinceramente reconozco que la razón principal es la falta de perspectiva y un cierto cansancio provocado por la situación general en el mundo de la música, especialmente en Catalunya, que es la escena de la que he formado parte durante estos últimos años.

Esto que os explico, en realidad, no es nada nuevo para mí ya que mi actividad siempre ha sido continuada pero irregular. La diferencia es que esta vez lo comparto con vosotros.

Valoro mucho a toda la gente que me ha apoyado, pero el momento requiere de un compromiso que no estoy dispuesto a ejercer. Esta distancia también me servirá para dejar atrás la exposición política. Aunque tengo muy claro en qué lado de la barricada estoy, mi música no volverá a servir a ninguna bandera que no sea la de mis sentimientos y mis letras.

Lejos de abandonar, esta decisión contrasta con mis ganas de continuar haciendo música. Por eso abriré un espacio para regresar a mis raíces y éstas, sin ninguna duda, están en el Rock Duro, pero esto ya os lo explicaré más adelante.

¡Salud y música!».

Leo Cebrián Sanz