«Córdoba cristiana, blanca y reina mora. Paseo tus calles. Clavel y rosas. Llena mis sueños de libertad» (Texto de la canción «Córdoba», de Medina Azahara)

Si estuviésemos en un país más educado a nivel cultural y/o musical, nos llenaría los sueños de libertad que a estas alturas de la vida resultase más fácil escribir de un músico como éste. Esto por desgracia es una de tantas carencias que tiene esta tierra, donde hasta el público nuestro que dice ser rockero quizás no preste la debida atención a los músicos de Rock que tenemos en casa. Por eso, después de escuchar el último trabajo de José Rubio, te quedas pensativo y tú mismo reflexionas en alto diciéndote… ¿realmente se merece el público de este país un trabajo de semejante nivel?

Mejor sería para todos si asistís más a los conciertos y apoyáis más a nuestras bandas y músicos. Pagar 15 euros no puede ser una una excusa para afirmar que es caro ver a tres bandas nacionales por ese precio, cuando sólo por el «postureo» se pagan más de 100 euros por un grupo grande. Que sí, que este tipo de bandas internacionales está muy bien, pero también queda claro que son negocios que ya se encuentran en plena producción de dinero.

En condiciones normales ahora correspondería la parte en la que se supone que tendría que comentar tema a tema el disco instrumental del guitarrista cordobés y dar mi opinión, pero no lo voy a hacer. ¿Por qué?, pues porque prefiero que compréis el álbum y saquéis vuestras propias conclusiones. Eso sí, en la siguiente parte de este mismo artículo analizaré a nivel general este excelente trabajo de José Rubio.

No quiero que nadie me acuse de “peloteo” hacia el artista; que quede claro que hago este comentario porque se trata de un trabajo con un nivel muy alto y miras claras para que funcione mejor fuera de nuestras fronteras. Yo me limito a informar sobre el músico y sus trabajos, que no es poco. Y es que José Rubio es un músico con infinidad de proyectos, que seguramente muchos no conocéis. Pero antes, para quienes aún no han descubierto a este guitarrista, viene bien hacer un repaso a su biografía.

 

Desde Córdoba, con imaginación y sentimiento

José Rubio Jiménez nació en Córdoba el 10 de diciembre de 1978. Desde pequeño le atrajo todo tipo de música. Como buen cordobés, su atracción por la guitarra española le fue introduciendo poco a poco en la guitarra eléctrica. Cual adolescente que era, las reuniones con amigos y quizás la posibilidad de poder ligar con alguna amiga le hacía tocar delante de su cuadrilla de amigos e incluso formar algún grupillo para pasar el rato. Con tan sólo 15 años, su posición autodidacta le fue metiendo en el cuerpo más y más el «gusanillo» del instrumento de las seis cuerdas, con el que él empezaba a sentirse muy cómodo y ya apuntaba maneras.

Paco Ventura, guitarrista de Medina Azahara

Fue tras presenciar la actuación del guitarrista de Medina Azahara, Paco Ventura, cuando decidió dedicarse de lleno a este instrumento, quizás prendado por las habilidades de Ventura y la magia que desprendía su guitarra. En aquel instante de su vida, José Rubio ya llevaba el Rock en las venas, porque con tan sólo siete años le llegó un disco de Accept a sus manos. Nada más ni nada menos. Como era habitual en aquel entonces, seguramente fue por parte de algún familiar cercano o de un amigo.

 

José Rubio, de autodidacta a la Orquesta Arco Iris

Pronto llegó el momento de aprender más en serio esto de tocar la guitarra. Lógicamente, el músico que es autodidacta puede adquirir vicios o formas de tocar que no son las adecuadas. Para resolver esta cuestión, José decidió apuntarse a clases para poder avanzar y corregir esos vicios adquiridos. Él mismo se dio cuenta de que esto de la guitarra era lo suyo, por lo que no dudó ni un momento en dar clases de guitarra de otros estilos como el Jazz y el Blues. Fueron clases que compaginó con las del conservatorio de Córdoba y que impartieron profesores de guitarra eléctrica como Carlos González (Apache), Robert Ransley, Luis Sainz, Eduardo Antúnez y Carlos Kakutani.

Ya con 19 años empezó a trabajar en la Orquesta Arco Iris, de Córdoba. De esta manera pudo seguir estudiando en la escuela 21st Century, dirigida por Jaume Pla. José Rubio tuvo que abandonar esta formación -en la que estuvo trabajando durante cuatro largos años-, ya que le resultaba imposible compaginarla con sus estudios. Las ganas de seguir aprendiendo y adquirir conocimientos de los mejores le hicieron un músico inquieto. Llegó a asistir a sendas masterclasses de Steve Morse, Richie Kotzen y Fran Gambale, entre otros.

Aunque he nombrado a buenos guitarristas, José Rubio siempre ha mencionado a uno por encima de todos. Se trata de Robert Rodrigo, un guitarrista vizcaíno que no toca con púa ni usa efectos. Dentro de sus técnicas más conocidas están el eight finger, el tapping o el finger picking. Fue un curso intensivo impartido por este guitarrista lo que supuso un antes y un después en la carrera instrumental del músico cordobés.

 

Un musical con ex-componentes de Medina Azahara y Trilogy, su primera banda

Una vez dejó atrás su época con la orquesta, nuestro músico siguió su camino. Lo hizo en un musical llamado ‘Wallada’, en el que trabajó como guitarrista. En él se narraba la leyenda de Wallada, hija de un califa cordobés, que creó un gabinete literario por el que pasaron los personajes más influyentes de la Córdoba de aquel tiempo. La música fue escrita por Miguel Galán, uno de los fundadores del mítico grupo Medina Azahara, y en ella se fusionaba el Rock con el flamenco y la danza. La coreografía corrió a cargo de Paco Mora, quien a su vez fue director artístico del espectáculo. Por su parte, Igor Yebra interpretó a Ibn Zaydun en su estreno cordobés.

Aun integrado todavía en el musical -pero inquieto como él solo-, José Rubio fundó una banda llamada Trilogy, de puro Heavy Metal. Corría ya el año 2007 cuando editaron un disco titulado «Semilla del Tiempo». Canciones como “Rey de reyes», «Invencible» y «Viejo caminante» forman parte de este trabajo, en el que destaca sin concesiones la destreza técnica de José a la hora de tocar. Heavy -de eso no cabe duda- y un excelente sonido. Cabe hacer mención también al cantante con el que contó el cordobés para la ocasión. Bajo el nombre de «Loki», nos encontramos ante un «voceras» que dejó plasmado un trabajo con mucha personalidad y garra, en el que a lo largo del disco se pueden observar dos tesituras diferenciadas: el Heavy Metal y el Hard Rock.

 

Un José Rubio «desbocao»

Imparable se podría definir la carrera de José a estas alturas. No sólo había editado ya el disco de Trilogy, sino que seguía recibiendo clases y además participaba en numerosas bandas tributo, en especial una dedicada a Deep Purple, con la que realizó muchos conciertos en el año 2006. Por si no fuese bastante, estando en las filas de Warcry el guitarrista se autoprodujo ‘Castles in The Moon’, un disco que tuvo muy buenas críticas en medios especializados.

En 2009 Rubio decidió abandonar Warcry para dedicarse de lleno a sus proyectos. El músico cordobés decidió embarcarse en una gira de clinics por todo el territorio nacional, aprovechando las buenas críticas recibidas. Por su cabeza ya rondaba la idea de otro disco, pero en principio esta vez con diferentes vocalistas. Fueron los cimientos de una banda llamada Megara.

Los «otros» Megara, con Pacho Brea y José Rubio

Fue el mítico cantante Pacho Brea (Ankhara, Hybris, ex-Sepulcro, ex-Heresy, etc.), quien le animó a formar una banda al escuchar el material que José tenía guardado. El propio Pacho terminaría formando parte de ese proyecto multivocal. A la postre, músicos de la talla de Antonio P. Varela, Estefano Varela y Dani Riva daban pie a los inicios de Megara junto a José y Pacho. En 2010 salió al mercado su primer trabajo, bajo el nombre de «Oubeos». Después de la gira de presentación, el propio José decidió dar un parón indefinido al grupo.

 

José Rubio’s Nova Era

En el año 2012 también empezó a funcionar otro proyecto más, al que durante un tiempo José se dedicó de forma exclusiva: José Rubio’s Nova Era. Esta vez la formación a la que recurrió para su nueva andadura fue la misma que llevaba para sus presentaciones en solitario. La química fluía en estos músicos, de los que destacaba un impresionante vocalista: el joven Ronnie Romero. La banda recibió buenas críticas y ofreció conciertos destacados, como el celebrado en 2013 en el festival Leyendas del Rock.

Hasta aquí la primera entrega de la biografía de este músico, para el que la guitarra ya forma parte de su vida. En la segunda parte abordaremos otra faceta de José, la de productor, y evidentemente otros proyectos musicales que le han hecho protagonista en los últimos años.

José Ramón Nieto «Kema Puas»

«Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Y si es Rock, mejor».