Además de reflejar cuanto podemos la actualidad musical española, LosMejoresRock.com tiene un especial interés en recuperar para la historia a aquellas formaciones que el paso del tiempo ha dejado atrás en un injusto poso de olvido. Los tiempos que corren son rápidos y vertiginosos en la generación de información, por lo que raramente se paran a recordar a grupos que dejaron huella por uno u otro motivo.

Este esfuerzo por sacar a la luz a bandas que tuvieron cierta trascendencia en algún lugar de nuestro territorio o en algún momento del desarrollo del Pop y el Rock en España nos lleva esta vez a la provincia de Jaén a finales de los años 90.

La pista nos la proporcionó un buen amigo de esta casa, el maestro jubilado Miguel Luis Carrasco Ramo, que hace ya dos años editó su celebrado libro «Una Historia del Rock». En este ensayo se repasaba el devenir de la música popular contemporánea en el siglo XX y los comienzos del actual. Además, al final del volumen se ofrecía una interesante reseña de lo sucedido en esta parte de Andalucía durante las dos últimas décadas.

En «Una Historia…» se citaba de manera bien elogiosa a Soup Haters, banda de Rock progresivo de la localidad de Úbeda. De él proceden dos componentes de los posteriormente muy reputados Guadalupe Plata: el guitarrista Pedro de Dios y el batería Carlos Jimena. Junto a ellos figuraban el bajista y cantante José María Rubio, el guitarrista Carlos Cebrián y el saxofonista Matías Cordero. Estos dos últimos se integraron poco tiempo después en el grupo Los Letizias, que fundaron junto a su compañero Jimena para profundizar en el Rhythm and Blues como patrón artístico.

Soup Haters comenzó ensayando en un local improvisado y poco adecuado para la exquisitez de su música, pero pronto demostraron su pericia técnica en la adaptación de clásicos como ‘Suzie Q’, de la Creedence Clearwater Revival. Los más veteranos de la escena musical de la ciudad repararon en su calidad. Uno de ellos fue el malogrado Juan Francisco Peláez «Frank», gran animador rockero de la comarca, que en 1999 les incluyó en el cartel del I Boina Blues Festival de Torreperogil (Jaén).

En nuestra segunda entrega de la biografía de Soup Haters conoceremos su peripecia desde un punto de vista distinto al habitual tratamiento de estos textos. Se trata del testimonio escrito de uno de los propios músicos, que recuerda con gran emoción y sensibilidad las tribulaciones de aquellos días de gloria, una experiencia sentimental y vital con la que muchos otros artistas de lo musical pueden sentirse perfectamente identificados.

Leo Cebrián Sanz