¿Quién es Joaquín Padilla? Su nombre seguramente lo podéis asociar a un programa televisivo de nombre «La ruleta de la suerte», de Antena 3. En efecto, se trata de ese músico, con el pelo hasta los hombros, que ameniza este espacio con su voz y su guitarra, de cuya carrera profesional quizás no sepáis mucho.

A lo largo de nuestra trayectoria en LosMejoresRock.com hemos demostrado con datos fehacientes que son muchos los músicos de este país con un alto nivel profesional. Sus currículos son dignos de ser visualizados por parte del amante de la música y quien quiera acercarse más a la persona desde un punto de vista artístico. Padilla es otro de esos ejemplos. En este caso me acerco a él con motivo de su libro «La historia de El Secreto de los Templarios», ya publicado, que he querido incluir en «La Pluma Rockera», el monográfico exclusivo de la revista.

Aunque más adelante me adentraré en su extensa vida laboral con varios artículos y una entrevista en directo, esta publicación de hoy se centrará en su faceta de escritor. Nuestro musico es Doctor en Periodismo (¡en fin, otro reto en el que me meto, escribir sobre un periodista!), además de cantante, compositor y productor.

Padilla es el creador de las cuatro partes de la ópera Rock «Legado de una Tragedia», basada en la obra de Edgar Allan Poe. Por si no fuera poco, también se trata del vocalista, compositor y fundador del grupo Iguana Tango, con el que llegó a grabar siete discos, consiguiendo un disco de oro y varios Top 1. Whiskey Viejo es la otra banda de la que formó parte Padilla. Hacían un Rock clásico que les llevó a grabar un álbum.

Joaquín también es ahora escritor, así que vamos a ello. Al grito de ‘Deus Vult’ -grito de batalla utilizado por los cruzados cristianos en el siglo XI-, comienzo esta andadura por el libro. Podíamos ligar su contenido al Heavy Metal y no sólo porque su autor es fan de esta música, sino también porque los templarios, su vida, es motivación para muchas bandas de nuestra cultura.

El embrión del libro: una herencia y el abuelo de Joaquín

En este país quizás pueda ser motivo aparente de agradecimiento que vayas a heredar o que en sus últimas voluntades una persona decida dejarte unos bienes a tu nombre, de la índole que sean. Pero según las leyes impuestas sobre las herencias, a veces no ocurre así. En esos casos hay que aportar dinero sobre algo que es tuyo, aun cuando en vida esa persona fallecida haya pagado con creces sus impuestos a lo largo de los años. Esta situación resulta habitual y ha creado cierto recelo hacia las herencias.

Por suerte, el ejemplo que nos ocupa ahora tiene otro desenlace muy diferente y único a la vez. En el caso de Joaquín Padilla, la burocracia que implica ser receptor de una herencia originó unas gestiones inesperadas. Durante las mismas nuestro escritor desempolvó algo que ni por asomo conocía.

Cierto día como otro cualquiera, Joaquín comenzaba las gestiones para tramitar la repartición de bienes de su abuela Mercedes. Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que el número del DNI de su abuelo correspondía a un preso de 25 años de edad. La cara que se le quedo fue para enmarcarla. A partir de ese momento no paró hasta descubrir el porqué de este número que tanto le descolocó. Fue así como indagó en los antiguos papeles de los que disponía en la antigua y modesta casa donde habían vivido sus abuelos los últimos 30 años. Una carpeta azul desveló un secreto sin precedentes en la familia.

En dicha carpeta, José Barrios o Barrio detallaba escrupulosamente por qué tuvo que ocultar su identidad. El señor Barrios era ni más ni menos que el descendiente de la saga centenaria que en su día creara Hugo de Pains. Este antepasado había ingresado en la Orden del Temple en 1131, acompañado de Ramon Berenguer III, Conde de Barcelona, que fue traspasando la condición de templario de generación en generación.

Secretismo y sentimientos encontrados

Las explicaciones tan detalladas que el nieto aventajado estaba leyendo hacía que sus sentimientos salieran a flor de piel, ya que se estaba dando cuenta de que su abuelo pertenecía a la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón. Esos protectores de la fe fueron el motivo de que su testimonio permaneciese oculto.

Cuanto más leía Joaquín aquellos documentos con olor a un pasado más que interesante y misterioso, más iba entendiendo la razón por la que su desconocido «pariente» había tenido que emigrar con su esposa al extranjero, dejando a sus hijos al cargo de unos familiares bajo un halo de oscuro secretismo. El escenario que llevó a José Barrios o Barrio a tomar tan drástica decisión fue la sangre derramada enemiga, al proteger a unas monjas clarisas a las que salvo de ser violadas, rapadas y asesinadas en un convento en llamas.

Sin duda, una historia que a cualquiera le haría experimentar sensaciones profundas, entremezcladas con la necesidad de querer saber más y la añoranza de un abuelo inusual. Al terminar de leer esos documentos, las lágrimas no se hicieron esperar en el rostro perplejo de Joaquín. Quedaba claro que, ahora sí, lo que acababa de heredar era también un pasado que tenía que ser contado para honrar la memoria de su valiente abuelo.

Debajo de una cruz roja aparecían las palabras ‘Deus vult’. Como he comentado antes, se trata de un grito de batalla que ha servido a este escritor para iniciar un libro más que interesante. Así es como se empiezan a desvelar los secretos de la Orden de los Caballeros de Cristo, y la manera en que se forman los cimientos que dan paso al libro «La historia de El Secreto de los Templarios».

José Rojo, de Metalzone, nuestro confidente

En nuestra forma de trabajar, no es ninguna novedad la rutina de solicitar más información a personas relacionadas con el protagonista de nuestros artículos. Y es que no sólo nos interesa lo que pueda aportar el propio artista al que hemos dedicado nuestra atención. También resulta interesante que personas muy allegadas puedan hablar sobre su trabajo o incluso relatar algunas intimidades que puedan enriquecer la publicación y que por supuesto no resulten indiscretas. De esta manera se da pie a que el propio protagonista pueda escuchar públicamente opiniones distintas sobre su vida y obra.

En este caso contamos con un compañero del que quizás muchos de vosotros habéis podido leer infinidad de reseñas, artículos y entrevistas relacionadas con el mundo del Rock. Se llama José Rojo y es el responsable de la revista digital Metalzone.biz. Más de 15 años colaborando estrechamente con otros medios y dedicado en cuerpo y alma a difundir a nuestras bandas, lo que también le ha convertido en escritor.

José empezó a interesarse por la música a la edad de siete años, aunque por circunstancias también tiene otras labores fuera del entorno musical. Su nombre es una pieza importante en este país por el apoyo promocional a las bandas, tanto nacionales como internacionales. Siempre le ha caracterizado esta labor, llegando incluso a organizar eventos desde el permanente respeto a las pasiones y necesidades de los músicos. Hemos contactado con él por la gran amistad que tiene con nuestro protagonista. De hecho, la presentación y firma de «La Historia del El Secreto de los Templarios» tuvo lugar en el propio restaurante El Alto, que José Rojo regenta en la localidad de Brihuega (Guadalajara).

Hasta aquí la primera entrega de dos. En el siguiente artículo me adentraré en el libro y conoceremos un poco más sobre este trabajo literario de la mano del propio Joaquín, gracias a la entrevista que mantendré con él y que formará parte de «El Legado de los Templarios II. Deus Vult».

José Ramon Nieto «Kema Púas»

«Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Si es Rock, mejor»