El mundo del coleccionismo especializado en Rock Duro y Heavy Metal español anda últimamente muy revuelto. Las dos últimas décadas han elevado los precios de las copias originales a un mínimo de treinta euros en discos que años atrás se podían encontrar en las cubetas de tiendas como La Metralleta en lotes de tres LPs por 6 euros (las 1.000 pesetas de la vieja moneda). Los vinilos de bandas como Bella Bestia, Santa o Sable -por poner tres ejemplos aleatorios- se cotizan actualmente como auténticos objetos de culto, cuando en su día apenas si costaba encontrarlos a precios de verdadero saldo.

Pero las cosas cambian y la digitalización y progresiva desaparición de los formatos físicos ha creado no sólo un mercado de segunda mano muy voraz, sino un circuito de reediciones de discos clásicos que algunas marcas están convirtiendo en un “todo vale” que puede matar el interés del público por estos lanzamientos tan teóricamente atractivos. La deriva de las empresas que los publican y distribuyen está siendo preocupante por varios motivos que vamos a analizar en un par de artículos dedicados a este fenómeno de explotación y abuso comercial.

Si es usted un comprador compulsivo de este tipo de tentaciones, seguro que ha notado alguno de los síntomas de esta clásica picaresca española de ayer, hoy y siempre. Aun tratándose de productos muy locales con tiradas limitadas -de 300 ó 500 copias si nos fiamos de sus responsables-, las reediciones que se están vendiendo presumen de su origen peruano (‘peruvian limited edition’) o acuerdos con discográficas cuyo logotipo no figura en ningún lado -algo insólito tratándose por ejemplo de Sony Music, una de las tres “grandes” del business-.

S bien es cierto que algunas actualizaciones están visadas por el propio músico o la propia banda e incluso autorizan material extra como en el caso del debut de Tritón y el tema ‘Lizza’ -que apareció en el single de 1985 de la canción “A tope de amor y lujo”-, sellos independientes como Black Legion Records parecen desatados al atribuir el origen de las grabaciones de este ejemplo concreto a una extraña conjunción de prensado en la Unión Europea, distribución chilena y peruana mediante Evil Metal Records y, lo más descacharrante de todo, la correspondiente a la Península y el resto de Europa por gentileza de… ¡Aberration Records!

Esta amalgama de supuestas disqueras no es más que una pantalla de confusión para revestir de una hipotética legitimidad al lanzamiento de los álbumes en cuestión, que por cierto tan pronto son exclusivos del formato de vinilo como “saltan” al compacto en un breve margen de semanas. Lástima que los créditos de “la reedición en CD de la reedición en LP” de grabaciones como este primer y único trabajo de Tritón estén frecuentemente faltas de una revisión ortográfica, ya que ni siquiera los nombres propios se transcriben correctamente. Y no hemos hecho más que empezar…

Esta falta de cuidado por el detalle en objetos de coleccionismo que presumen de una autoproclamada exclusividad es extensible a la reproducción de las fotos e imágenes, que en no pocas ocasiones lucen colores que “queman” su definición o pixelados propios del año 2005. Incluso las recientes reediciones de grupos referenciales como Thor o especialmente Zarpa adolecen de un tratamiento profesional del material gráfico y documental, salpicadas como están de fotografías sin definición, fuentes de letra o tipografías insípidas y lineales o recurrentes faltas de ortografía (por favor, menos vinilo rojo y más acentos y mayúsculas).

¿De qué sirve un libreto a tamaño DINA4 si sus dimensiones potencian los fallos de reproducción? Es más, ¿por qué no abaratar el precio final del artículo reduciendo los costes con un inserto al uso que abarque todo lo que contiene el innecesario cuadernillo? Y ya de paso en el ejemplo de Thor, ¿por qué incluso hurtar el lomo a la propia carpeta y presentarla como si de una autoedición “hazlo tú mismo” del Punk se tratara? Como los ricos, los coleccionistas también lloran… y miren que poca fanaticada hay más fiel y desprendida que la acaparadora de discos.