En diferentes medios han preguntado a doctores especializados en la enfermedad de Parkinson qué consecuencias artísticas podrá tener para Ozzy Osbourne padecerla y las respuestas no son muy halagüeñas.

Varios expertos coinciden en que su voz podría verse afectada.

La Dra. Rachel Dolhun, vicepresidenta de comunicaciones de la ‘Fundación Michael J. Fox para la investigación del Parkinson’ ha comentado que los pacientes a menudo experimentan dificultades para hablar y tragar. “La enfermedad afecta a la forma en que se mueven las cuerdas vocales y los músculos para tragar. A veces la voz se torna mucho más baja de volumen y la emoción vocal y el tono se pierden”.

John Lehr, jefe de la ‘Fundación sin fines de lucro Parkinson’, ha dicho que el 89 % de las personas con esta enfermedad experimentan trastornos del habla o la voz: «Hace que tener una conversación normal, no sólo cantar, sea muy difícil».

Sirvan como ejemplos los de la cantante Linda Ronstadt, que hizo su último concierto en 2009, aunque tardó cuatro años en reconocer que le habían diagnosticado Parkinson. “Me daba cuenta de que solo gritaba en lugar de cantar. No quería cobrar a la gente para ver y escuchar eso”. Neil Diamond anunció su diagnóstico de Parkinson hace dos años e inmediatamente se retiró de la gira que estaba realizando.

Sharon Osbourne, esposa y representante de Ozzy, confirmó que en abril su marido se pondrá en manos de otros especialistas en Suiza.

Con todo, el cantante piensa regresar a los escenarios para cumplir con la gira prometida, “No more tours 2”, esta primavera. Su disco en solitario, tras diez años sin editar alguno como Ozzy, saldrá el 21 de febrero con el título de “Ordinary man”.