Después de más de cinco años sin visitar Vitoria-Gasteiz, Leize volvió con más ganas que nunca. El pasado día 21 de abril, gracias a la Asociación Ciudad del Rock y las Artes (ANCRA), el grupo regresó a Vitoria, esta vez en un local que aspira a ser la sala rockera de referencia en la ciudad: Urban Rock Concept. La asociación cultural ANCRA es un colectivo que apuesta por un Rock alejado de los estereotipos habituales en la creación de eventos, y que busca un cambio radical en el mundo del Rock para una regeneración real. Y Leize es una banda que lleva puesta esta bandera. Llegando a acuerdos con bandas y sala es como se hace posible este evento, en el que desaparecen intermediarios y se proporciona una gran fiesta a un costo interesante para todas las partes.

La banda telonera fue Ad Eternum, formación vizcaína compuesta por Patxa (voz), Txutxi (guitarra), Sergio (guitarra y coros) y Bobby (bajo y coros), que también integran el grupo de versiones Full Metal Band y que crean este nuevo proyecto para demostrar su valía con los temas propios. En esta ocasión contaron con un gran batería como Jorge Cobelo, en el que fue su primer directo como parte de Ad Eternum.

La imagen que ofrecieron fue la de una banda que sabe ponerse en un escenario, con una fuerza arrolladora que sorprendió desde el tema uno a todo ese público que esperaba ver a Leize. Cumplieron con creces la labor del telonero, esa función tan poco agradecida a veces  por la costumbre del público de ir sólo a disfrutar del grupo cabeza de cartel. De hecho, levantaron al público para servírselo en bandeja de plata a las estrellas de la noche.

Ad Eternum tocó los temas de su primer disco -que ya está en circulación-, tirando de una formula consabida y sin arriesgar, que consiste en un Heavy Metal pegadizo en cada uno de sus temas. La voz de Patxa es una locura metalera y demuestra unas cuerdas muy agradables en todo el concierto. La batería pedía un doble bombo urgente, aunque la calidad de Jorge hace que este apunte carezca de importancia. Y a la intro le acoplaron “Guardián entre las sombras”, para seguir con “Caballero inmortal”, primer tema de su disco. Su temática motera hace que realmente te sientas encima de una montura de hierro…, dándole gassss.

Siguió “Héroe” y después llegó uno de mis temas favoritos de la banda, “Sin destino”, además de los posteriores «Dogma» -que da nombre al disco- y “Seducción”. Pasaban ya tres cuartos de hora desde el comienzo de su espectáculo, que presagiaba su finalización con “Sigo aquí”. Fue una gran despedida, con sonido circense y el adiós casi definitivo a un espectáculo ejemplar con “Rivel”. Por cierto, también hubo una versión graciosa del famoso tema de Twisted Sister, ‘We’re not gonna take it’, en la que hicieron participar al público entre risas y acompañamientos cómplices.

La banda guipuzcoana Leize lo volvió a demostrar. De todas las bandas ochenteras que quedan en este país, ellos son los que gozan de mejor salud. Comenzó su espectáculo a las 00:30 hh, con una sala abarrotada de fieles seguidores que llegaron desde Cantabria, Bizkaia, Guipúzcoa y los propios de Vitoria. Camisetas con sus nombres en cuerpos de todas las edades, predominando los cuarentones y cincuentones que se resisten a dejar de lado el sonido de esta gran banda. Leize goza de la fuerza suficiente como para ofrecer un concierto de algo más de hora y media de espectáculo sin descanso, frente a un público que se rindió a sonido y voz de Félix, Toño, Patxi e Ibi Sagarna (ex-Barricada).

Todo comenzó con un tremendo “Absurdo”; así, sin más, descargando fuerza desde el minuto uno. “Soñador”, “Último instante”, “Caminando”… Aquello no decaía. Félix disfrutaba e hizo buena la promesa de que iba a ser un concierto especial, tras muchos años sin visitar la capital alavesa. El público se mostró enfervorecido, sin saltarse una estrofa, una palabra…, a coro con la banda. Escalofríos en el cuerpo ante tal ambiente.

En  un momento dado me quedé sin batería de la cámara y llegar al backstage entre un público agolpado hasta el pie mismo del escenario se tradujo en que me perdiera casi un tema entre peticiones de que me dejaran pasar.  Esto hizo que no pudiera escuchar una de las canciones que más calentó la atmósfera: “La rueda”, a la que siguió otro gran tema como “Sangre de barrio”. Siguieron sonando temas de ayer y de hoy: “Flores para ti”, “Pídeme”, “A fuego”… Y así fue como llegamos a la traca final con sus más grandes títulos: “Sospechoso”, “Buscando, mirando” y “Devorando las calles”.  Ya se intuía que aquella noche mágica iba a acabar con todo un clásico: “Noche de ronda”.

Noches como ésta son las que se perpetúan en tu memoria y hacen que ames el Rock. Muy grande lo vivido con este tándem de Ad Eternum y Leize…, y muy difícil de superar.

Texto y fotos: Poyorock.