Tierras desérticas…. o tierras fértiles para el Rock and Roll. Entre los invernaderos de Roquetas de Mar y Vícar germina el fruto musical de Los Camaleones Rock, banda almeriense que a finales de mayo publicó su primer y homónimo disco. Como de animales va la cosa, el nombre de los estudios donde han grabado sus siete canciones han sido los Tortuga Boba.

Aunque las canciones datan de hace dos años, la pandemia congeló sus planes hasta nueva orden. Con todo, el grupo nació en septiembre de 2013, por lo que les ha dado tiempo de sobra para elaborar su particular mezcla de Rock, Blues, Surf y Power Pop. Sus letras las describen como «bañadas de nostalgia y humor». Con el «entrenamiento» en vivo propio de estos años previos de formación, Los Camaleones Rock suenan igual en directo que en disco.

La autoproducción de su trabajo se justifica por un único anhelo: las «ganas por conseguir que el Rock más directo y puro nos haga la vida un poquito más divertida». El empeño lo comparten Juan A. Martínez (voz, guitarra y autor de la mayoría de las composiciones) y Pepe Rivas ( guitarra y coros), que mantienen su amistad desde los tiempos colegiales. Su intención entonces era la de lograr un estilo que propio que de algún modo se inspirara en sus referentes favoritos: 091, Los Enemigos o Ilegales. No fue hasta 2012 cuando se decidieron a dar el salto colectivo y para ello reclutaron al bajista Alejandro y al batería José Trujillo, ambos compañeros de la Escuela de Música de Roquetas.

Dos de las siete canciones que conforman el álbum cuentan con su propio videoclip: «Erik el Vikingo» («para nostálgicos del Fuerte Comansi», nos recomiendan sus creativos) y el montaje fotográfico de «Mala con el amor». Curiosamente, se trata de aquellas que abren y cierran su primera media hora de música disponible en la red.

Leo Cebrián Sanz