Haznos por favor un breve resumen de tu carrera musical.

Formé mi primer grupo con un primo mío en 1992, cuando tenía dieciséis años. Nos llamábamos Oro Negro y cuatro años después ganamos el V Certamen de Rock de Fuenlabrada junto con tres bandas más. Como premio obtuvimos la grabación de un CD compartido, que además fue mi primera experiencia en un estudio. En paralelo a Oro Negro, en 1997 y 1998 estuve con otra banda llamada Diarreitor, que ya había ganado el Certamen de Rock de Fuenlabrada en dos ocasiones. El tipo de música que hacíamos era Heavy Metal Satánico Medieval.

Tras varios cambios de formación, Oro Negro terminó. Mi siguiente aventura fue una banda de Metal Progresivo llamada Morkland, junto a Rafa Díaz (Barón Rojo) y Dani Fernandez (Dark Moor), entre otros. Después de aquello estuve un tiempo apartado de los locales de ensayo e intenté formar mi propia banda, pero entre unas cosas y otras no acabó de salir adelante. En 2004 me llamó mi amigo Javi Canseco -segundo bajista en Oro Negro- para sustituir a Pedro Vela en un concierto que tenían en Vitoria como teloneros de Mago de Oz –casi ná…-. Aunque estuve unos cuatro o cinco años sin tocar en ninguna banda, nunca dejé de componer ni de grabar demos en mi home-studio.

En 2009 me llamó Carlos Pina para unirme a Pánzer. Al poco tiempo volvió su guitarrista fundador Juan Leal y por ello no se pudo materializar mi entrada en la banda, tras cuatro meses ensayando con ellos. Después me llamó mi amigo Javi Canseco para montar un tributo a Asfalto y así formamos Asfálticca. Con ellos recorrí gran parte de la geografía nacional durante los años 2009 y 2010. En 2011 entré a formar parte de una banda de Rock ‘n’ Roll llamada Braguetazo Express, que acababan de sacar su primer CD. Estuve tres años con ellos tocando en todo el circuito de salas de Madrid y grabé y produje su segundo álbum, titulado «La Resaca».

Ya en 2014 cumplo dos sueños de mi vida: tocar con Sherpa y tocar con Ñu. En Ñu estuve hasta 2016, recorriendo toda la geografía nacional y profesionalizándome a tope. En 2017 estuve tocando con Barbara Black tras editar su primer CD -‘Ad Limitum’- y en 2018 decido dejar a Bárbara y formar mi propia banda.

¿A qué edad comenzaste a tocar?

Comencé a los once años. He tenido la gran suerte de que en mi casa siempre ha habido una guitarra y al final acabé tocándola, je, je, je.

 

¿Cuántas horas invertías en tocar cuando empezaste? ¿Y ahora?

Depende de la época, pero he tenido rachas de tocar ocho, diez, doce y hasta catorce horas diarias, bien porque es lo que más me gusta hacer o por ensayos, estudios, clases, etc.

 

¿Qué grupo despertó en ti las ganas de colgarte una guitarra?

Europe fue la banda con la descubrí el Rock. Fue en enero de 1987. Tenía diez años y cuando escuché ‘The Final Countdown’, descubrí que eso era lo que me gustaba y que yo quería ser como ellos.

 

¿En qué guitarrista o guitarristas te inspirabas?

El primero fue John Norum, por supuesto. Al poco descubrí a Kee Marcello, que fue su sustituto en Europe. También me gustaba mucho Richie Sambora, de Bon Jovi, pero al año siguiente descubrí a Ritchie Blackmore con Rainbow y eso ya fue la hostia. Michael Schenker e Yngwie J. Malmsteen o Eddie Van Halen también me gustaban mucho.

Un evento que me influenció muchísimo fue el Festival Leyendas de la Guitarra, que se retransmitió por televisión en 1991. Ahí descubrí a Joe Satriani, Steve Vai, Nuno Bettencourt, Brian May, B.B. King, Robert Cray, Albert Collins… Al poco tiempo escuché a Jimi Hendrix y a Eric Clapton, y me hicieron alucinar.

 

Has tocado con gente de renombre. Imagino que eso te hace crecer muchísimo como músico y guitarrista.

Para empezar, tocar con músicos consagrados como Sherpa, Carlos Pina, Julio Castejón o José Carlos Molina es como un premio a todo el trabajo y esfuerzo realizado con anterioridad, pero sobre todo es formar parte de un pedazo de historia del Rock de este país e impregnarte de toda esa experiencia. Es de las mejores cosas que me han pasado en el mundo de la música.

Viendo los grupos en los que tocaste -como puede ser Barbara Black, Sherpa o el grandísimo José Carlos Molina-, ¿eso da cierto respeto a la hora de subirte a un escenario? ¿Cómo fue la primera vez que te subiste a tocar con Ñu? A mí personalmente me acojonaría bastante siendo quien es…

Pues la verdad es que mi primer concierto con Ñu se me pasó muy rápido. Estuve mes y medio preparando el repertorio y se me pasó volando. A pesar de la fama que tiene, José Carlos es una gran persona, un gran músico y un gran profesional que te ayuda todo lo que puede, te explica cómo estudiarte los temas, etc. Yo me he entendido muy bien con él y jamás hemos tenido ningún problema. Nos hemos divertido mucho tanto dentro como fuera del escenario, en la carretera, etc.

 

¿Alguna anécdota que se pueda contar al respecto?

Muchas, pero así que recuerde… Una vez tocando en Ávila -en la entrada de «Fuego»-, el batería Bumper se perdió con todos los redobles que tiene esa entrada. José Carlos nos hizo parar y él comenzó a tocar el ritmo con el teclado en plan Santana. Como por arte de magia, todos nos enganchamos y retomamos el tema donde lo habíamos dejado. José Carlos tiene cantidad de recursos y de cualquier problema sale de forma brillante.

 

A la hora de componer temas propios, ¿en qué te inspiras? ¿Y con qué experimentas para conseguirlo?

Me inspiro en la música que me gusta, bien tocando encima de un ritmo de batería hasta que encuentre un riff que me convenza, o comenzando con un riff, una melodía o una secuencia de acordes interesante. Siempre me dejo llevar allá donde la inspiración me lleve.

¿Cómo calificarías tu estilo?

Pues me defino como un guitarrista de Rock, Metal y Blues, con influencia de la música clásica.

 

¿Con qué calibre de cuerdas y afinación te sientes más cómodo y por qué?

Siempre toco con calibre 9-42 y afinación estándar. Cuando tengo que bajar la afinación, utilizo el pedal Drop de Digitech.

 

Describe la guitarra con la que tocas y por qué la configuraste así.

Pues tengo el corazón dividido en lo que a guitarras se refiere. Toco con Fender Stratocaster, con Gibson Les Paul y SG, y con Ibanez RG. Las tres me gustan por igual, je, je, je.

 

¿Qué amplificador y pantalla sueles utilizar en los directos y por qué?

Utilizo un cabezal Engl Invader 100 porque es super versátil. Tiene cuatro canales, un sonido limpio y cristalino, cruch, distorsión de alta ganancia, dos volúmenes master, Midi… y me da todo lo que necesito.

 

¿Qué prefieres: amplificadores a válvulas o simuladores de válvulas? ¿Qué ventajas tiene el uno y el otro?

Válvulas, siempre válvulas. Los pocos simuladores que he probado no me han llegado a convencer, aunque hay algunos bastante buenos.

¿En qué proyecto estás inmerso ahora mismo? Cuéntanos algo sobre él y cómo surgió.

Pues estoy ensayando con mi nuevo proyecto, que se llama Rojo Fuego, en el que vuelco todas mis inquietudes como músico. Aparte de guitarrista, también soy el cantante; en cuanto al estilo, básicamente es Hard Rock, Metal. También hay temas instrumentales en plan Satriani o Vai -salvando las distancias, claro…-. Hay temas más setenteros y otros más progresivos con largos desarrollos instrumentales. Tengo en mente meter algún Blues….

La banda está formada por Luis Garcés (Viga, Coz…) a la batería, Alex Tormentor (Fuel, Isaac Palón…) al bajo, la jovencísima Lorena Martínez a los teclados -un descubrimiento que hice hace un par de años- y por último yo, que toco la guitarra y canto.

 

Aparte de músico, eres profesor de guitarra. Yo mismo di clases contigo hace un tiempo y la verdad es que aprendí mucho de ti, porque sientes la música y eso lo transmites. Fue todo un honor aprender de ti. ¿Qué consejos darías a alguien que está empezando o le gustaría empezar en la música?

Que estudie todo lo que pueda y que aprenda toda la técnica que le sea posible para poder expresarse con total libertad.

 

Mil gracias por el tiempo prestado y un fuerte abrazo.

 

Juan Antonio Nieto del Campo