La noticia de la semana comenzó en domingo… y terminó el pasado miércoles 7. El mini-serial se inició con la sorpresa mayúscula de la interpretación de un breve fragmento de «Vamos muy bien» en el primer concierto de Metallica en Madrid, a cargo del bajista Robert Trujillo y el guitarrista Kirk Hammett. El homenaje al Metal español fue un gesto admirable por parte del grupo más poderoso del género a escala global -en un trono compartido con Iron Maiden-, que pese a sus deficiencias cautivó a quienes disfrutaron de él en directo o lo vieron reflejado en las decenas de grabaciones que han proliferado en la red.

Días después, la emisora Rock FM difundía las primeras impresiones de Fortu, en un extraño vídeo en el que el cantante se mostraba entre taciturno, dormido o en un auténtico shock provocado por el inesperado tributo. El mensaje no es que estuviera muy articulado, la verdad, pero siempre resulta divertido comprobar que el vocalista de Obús sigue sin cortarse un pelo, y que efectivamente parecía muy halagado con el aplauso musical del cuarteto norteamericano.

La incógnita de si se repetiría o no una performance vocal e instrumental semejante en la segunda de las noches madrileñas de Metallica animó las tertulias virtuales del lunes y el martes. Y no sólo Trujillo y Hammett volvieron a acordarse de nuestro Rock, sino que supieron igualar su desafío con otros dos minutos de «Los rockeros van al infierno», de Barón Rojo. Nuevamente la interpretación fue lo de menos, ya que lo importante era que un estilo como el Heavy Metal español -apenas valorado en su propio país- encontraba eco en ese espejo artístico global que es Metallica hoy en día.

José Luis Campuzano, Sherpa, uno de los autores del gran éxito de los Barones, se expresaba así al respecto en su siempre entretenida comunicación vía Facebook:

«Una vez suavizado el subidón de ver a Metallica cantando «Mi rollo es el Rock», quisiera comentar algo sobre ello.

Ha habido colegas que se preguntaban el porqué no interpretaban el tema entero y cosas por el estilo. Hay que tener en cuenta que eso fue lo que en el mundo del espectáculo se conoce como «guiño». O sea, un gesto de complicidad con el espectador.

¿Cuál fue la intención de ellos tocando el tema de Obús y al otro día «Los rockeros…»? Pues sencillamente: «estamos en vuestra ciudad y sabemos que estos dos grupos, cada uno en su estilo, son los que más os han marcado. Por tanto, tocamos un poquito de sus temas para lograr una complicidad y pasarlo bien», que es lo que resultó.

Imagino que lo harán en todas las ciudades y no es cuestión de que monten los temas en plan cover, porque sería agotador. No os podéis imaginar el trote que lleva un grupo de esta envergadura en cuanto a viajes, hoteles distintos cada día, horarios totalmente locos, entrevistas en cada país, atención a los fans, a los medios, etc. En mi época en Barón, aunque no a tan gran escala, pude sufrirlo en mis carnes y es mucho, mucho stress.

Por tanto, y en resumen: gracias, colegas de Metallica, por el detalle y cuando mi banda triunfe por todo lo alto en USA, yo os haré el mismo homenaje. ¡Es broma! ? 🙂«.

Pero claro, aún quedaba Barcelona. Desde esta redacción apostábamos por «El Heavy no es violencia», el himno de Bruque, mientras que otros veían más probable -aunque al tiempo arriesgado- que los protagonistas fueran Legion, Tigres o incluso Los Salvajes. Misterio… y desconcierto. En este sentido, resulta muy curioso comprobar cómo en uno de los vídeos que reflejan lo ocurrido en la capital catalana, durante los segundos iniciales se escucha una voz de fondo que cree escuchar las primeras notas de un clásico del Rock catalán cantado en catalán, como es ‘Boig per tu’, de la banda Sau.

Como ya es sabido, al final ni para ti ni para mí. Metallica se volvieron a quedar con todo el personal con su peculiar interpretación de «El muerto vivo», uno de los números más reconocibles del fallecido rumbero Peret. Estamos seguros de que muchos de los rockeros presentes en el Palau Sant Jordi tardaron en reconocer la canción hasta que no llegó su estribillo, por lo que no está de más recuperar este documento en el que el propio intérprete explica la naturaleza de la letra.

Entre los argumentos más delirantes que circulan estos días destaca por insólita la teoría de que los músicos de San Francisco aprovecharon la ocasión para posicionarse en el conflicto del procès, a propósito del estribillo de marras: «no estaba muerto, que estaba de parranda», siendo el muerto el ex-presidente Puigdemont y la parranda la inconclusa constitución del nuevo parlamento autonómico. ¿Metallica políticos? Mucha imaginación (o humor) habría que ponerle…

Los creadores de ‘Master of Puppets’ comenzaron su tramo europeo de la gira en Madrid y Barcelona, pero nos tememos que estos «regalillos» no se van a producir en países como Alemania, Hungría o Finlandia. Lo de tener a un bajista que hable o chapurree el castellano nos ha venido de maravilla para disfrutar de unos momentos históricos, que no hacen sino humanizar a una formación que aún busca recursos originales para tratar de divertirse en escena.

Leo Cebrián Sanz

Imagen Trujillo: Europa Press