Continúo ahondando en la carrera profesional de este multiinstrumentista, un artista que desde bien joven comenzó a dar rienda suelta a sus inquietudes musicales, como bien os detallé en el artículo anterior. En el año 2004 Duarte ya ejercía como profesor de guitarra, pero antes hay que mencionar su anecdótico «flirteo» con el mundo de las ondas hertzianas.

 

Su pasión en Onda Sur Motril

A lo largo de estos dos artículos, la palabra «pasión» es parte clave en la carrera de nuestro artista. Los responsables de Onda Sur Motril se percataron de esta manera de vivir la música, por lo que la propuesta fue directa y rotunda: «Miguel, tienes que coger la dirección y presentación de un programa de radio dedicado a la difusión del Thrash Metal y sus subgéneros».

Ni corto ni perezoso, Duarte no sólo se hizo cargo de dicho programa, sino que con el tiempo incluso le fue dando su toque personal. Hizo entrevistas a grupos locales, e introdujo más estilos y géneros del Rock y el Metal. El Punk también tuvo su tiempo en este espacio, en el que incluso quedaron reflejados los años setenta con grupos de Rock y Psicodelia.

Miguel Duarte, todo un lobo solitario

Esta vez Duarte utilizará un seudónimo, Piraña D, para grabar su primera demo. Fue a finales de junio de 2004 cuando consiguió sacar adelante su proyecto. Para ello puso a trabajar todos los conocimientos que hasta la fecha había ido guardando en su prodigioso cerebro.

“Pequeña Muestra de Dolor” fue el título de este trabajo de seis canciones. Este motrileño austero consiguió, él solo, cargarse a sus «espaldas» toda la responsabilidad compositiva e interpretativa de cada uno de los instrumentos utilizados. Pero no quedó ahí la cosa: voces, diseño de portada, mezclas, la batería e incluso -y esto va especialmente para los entendidos en la materia- una caja de ritmos Boss Dr. Rhythm 770, en la que utilizó patrones inventados y creados por él mismo para cada canción.

No es nada nuevo que este artista, como lobo solitario que es, no necesite a nadie para crear canciones. Desde su andadura independiente, su forma de trabajar es totalmente unipersonal y única, como bien demostraron las composiciones melancólicas, oscuras e intimistas de esta demo. La grabación demostraba unas actitudes musicales muy desarrolladas, a la par que su pasión por el Rock.

Miguel Duarte Alonso puso su propio nombre a un repertorio compuesto por «Al borde de las interferencias», «Los sueños, sueños son», «Mi vida anterior», «Entre conciencia y placer», «Vacía» y «Brisa de amor».

 

Desde Ángeles del Infierno a Óscar Sancho

Pasión y virtuosismo…, ¡que cóctel más explosivo! Así quedó reflejado en otra demo titulada «Radiografía del Sonido», en la que nuestro guitar-hero dio rienda suelta a ese instrumento que tanto le gusta: la guitarra. ¡Y de qué manera! Esos riffs que te ponen los pelos de punta, cuando sus dedos suben y bajan por el mástil de su «hacha» afilada. Dedos afilados, que emanan notas cortantes y devoradoras. Todo eso se aprecia en sus tres temas: «Ilusiones», «Sentimiento mutuo» y «La mitad perdida».

Duarte pasó a utilizar su nombre real tras dejar atrás el seudónimo artístico de Piraña D. Su trabajo no pasaba desapercibido y de hecho Óscar Sancho, presentador del programa radiofónico Rockcinante, invitó a Miguel a ser entrevistado y compartir con él la emisión de los temas de su maqueta. Este encuentro deparó una buena sorpresa a este músico de manos incansables en el mástil de su instrumento de seis cuerdas. La emisión tuvo lugar el 14 de diciembre de 2005. Fruto de ella, Duarte recibió una felicitación desde Miami. Se trataba nada más y nada menos que de Robert Álvarez, de los míticos Ángeles del Infierno, quien se rindió ante Miguel, su música y su forma de tocar.

Que un músico valore públicamente a otro artista dice mucho y positivo de quien lo hace, tanto como persona como desde el punto de vista profesional. En esos momentos quedan aparte los egos y las tonterías. Quizás necesitemos más Roberts Álvarez, Juanes Saurín, Tetes Novoa o Albertos Marín, que en el caso del gran Pepe Herrero también se rindieron en su día ante la profesionalidad de un compañero. Aparte de las incontables felicitaciones de público y colegas músicos, la prensa escrita de la época también se hizo eco de la labor de Miguel Duarte.

El docente desinteresado y la inquietud por su tierra

Nuestro artista tenía más que claras sus intenciones profesionales. En su cabeza rondaba el poder enseñar a futuros músicos todo lo que él mismo se había ido forjando a fuego. Ya era profesor de guitarra, pero en marzo de 2006 obtuvo en la Universidad de Almería el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), con el firme propósito de dedicarse a la docencia y la didáctica musical.

Duarte era un arduo trabajador, siempre dispuesto a querer recibir conocimientos. Fruto de su afán llegó incluso a especializarse e investigar sobre la tierra que le vio nacer, su cultura, sus raíces. Su intención era dar su propio punto de vista desde la música, ampliando así sus horizontes artísticos. El resultado fue una demo de título «Desde Mis Ojos». ¿Toda una declaración de intenciones? Quizás, pero en definitiva, su decisión de experimentar con otras expresiones musicales no habituales en su día a día.

Ejemplos de su trabajo fueron su tratamiento de la bulería, la soleá y la seguiriya, respetando su base, pero con el toque que tiene querer hacer algo nuevo desde la libertad. Melodías nuevas y frescas, con instrumentos más cercanos al estilo eléctrico. Eso es lo que nos encontramos en este trabajo instrumental. Nuestro protagonista quería plasmar esa inquietud sólo con la música, dejando el mensaje cantado para otra oportunidad.

Miguel Duarte tiene un doble aliciente como músico: por un lado, su indiscutible valía; por otro, lo modesto y desinteresado de su carácter. En los últimos tiempos me he «topado» con artistas que no dudan en echarte una mano cuanto más altos están. «Bueno, quizás he tenido esa suerte», pensará alguno/a, y seguramente más de un/a lector/a cuestionará en parte lo que digo. Pero realmente así ha ocurrido.

Lo que está claro en el caso de Miguel es que colabora cuando se lo piden y además sin ánimo de lucro. Lo demostró por ejemplo en el año 2008, con un tema titulado «Promesas», con el cantante y productor Luis Alcázar y la cantante Inma Reivan. El grupo Com.pulsion también contó con el buen hacer de este vertiginoso de las seis cuerdas. Esta vez se encargó de todas las guitarras en el CD que vio la luz en su momento: ‘Made in China’.

Siguiendo con sus colaboraciones altruistas, el grupo De/Visión confió en Duarte para que metiese las guitarras en un remix para una canción titulada ‘Life is suffering’, perteneciente a su último disco ‘NOOB’. Fue tal la repercusión que tuvo nuestro protagonista en aquel momento, que la premiada web musical Bunburyclub le incluyó en un recopilatorio de nombre «Buscando Algo Distinto», que la citada página realiza anualmente. Sus responsables decidieron que Miguel colaborase en una canción titulada «Como el rosario del Aurora». Se trataba del primer recopilatorio en el que Miguel plasmaba su música.

Paralelamente a todas estas colaboraciones, a este incansable trabajador de la música no se le ocurrió otra cosa que montar un nuevo grupo, llamado esta vez Digital Ground. Sus compañeros de viaje fueron el ya mencionado Luis Alcázar y Felipe Martínez. Con esta formación decidieron fusionar Rock con electrónica, siempre con el característico toque «Miguel Duarte Alonso».

Ya metido en el año 2009, este profesor de guitarra con aptitudes pedagógicas reconocidas, inmerso de lleno en la docencia, siguió realizando cursos de análisis musical enfocados a profesores de conservatorio, programaciones didácticas, etc.

Miguel Duarte Alonso en la actualidad

Dedicado íntegramente a la docencia estos últimos años, Duarte ha sido profesor de guitarra y de guitarras conjuntas en dos conservatorios de Asturias. Fueron concretamente el Conservatorio Profesional de Música y Danza de Gijón y el Conservatorio Profesional de Música de Oviedo, donde también realizó labores de profesor de música de cámara.

Ahora más que nunca, este profesor sigue compartiendo su buen hacer musicalmente hablando, animado siempre por su pareja sentimental. Este mismo 2019 ha decidido mostrar al mundo una demo con seis temas: «Pinturas Rupestres». A estas alturas, creo que sobran las palabras y las presentaciones. Tus oídos, cuando escuches este trabajo, van a ser testigos directos de lo que es la ilusión, la pasión y el sentimiento de un músico para quien cada acorde que sale de su guitarra es una parte de su alma y corazón.

Si queréis seguir la actualidad de este maestro, no dejéis de visitar su canal de YouTube, su Facebook oficial y su página web. Os dejo los enlaces:

https://m.youtube.com/channel/UCt52FhQjw3p9GUgglmPagkw

https://www.facebook.com/profile.php?id=100000136103002

https://miguelduarte.es.tl

 

Reflexión del que suscribe

No sé vosotros/as qué pensaréis al respecto… o qué se le pasará por la cabeza a estos profesionales de la música después de dedicarse toda una vida a adquirir conocimientos y trabajar duro. Porque Miguel Duarte es sólo un ejemplo, pero ya sabéis que en este país hay muy buenos músicos de conservatorio que se tienen que buscar la vida de otra manera.

Si nos ponemos en la situación de estos trabajadores de la música, a mí no me haría ninguna gracia que bandas tributo estén triunfando por el tirón del público. Y qué decir de la poca asistencia a conciertos de formaciones emergentes con temas propios. Y si queremos rizar más el rizo, festivales de bandas «copionas» que cobran elegantes cachés. Más de uno/a dirá: «el público manda y hay que respetar». Pero no, no creo que vayamos en la buena dirección si lo que queremos es que el Rock de este país esté mejor considerado.

Al hilo de lo comentado, no me voy a quedar con las ganas de hacer la siguiente pregunta a dos profesionales enormes de este país: ¿qué opinión tenéis de las bandas tributo? ¿Y del hecho de que estos mismos grupos cobren caché por sus «actuaciones»? Próximamente en LosMejoresRock.com.

José Ramón Nieto «Kema Púas»

«Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Y si es Rock, mejor».

Dedicado a la memoria de la soprano María del Prado Moreno Rolando (María Rolando)