Esta noche, jueves 23 de diciembre, se celebra en Madrid una de esas citas imprescindibles para los rockeros de la capital: El habitual ‘concierto de Navidad’ del grupo del excelente y clásico cantante Miguel Oñate. Este año la cita es en la sala Barracudas (Calle Brescia, 19) a las 22:30 h. y la entrada es gratuita hasta completar aforo. ¿Te lo vas a perder?

Antes, el día 2 del presente mes, tuvimos la suerte de presenciar un especial e íntimo concierto acústico de Oñate con su inseparable guitarrista Javier Bermejo. Fue en El Mono Bikers & Beer Bar, en pleno centro, en la Cava Alta, con el cantante dando lo mejor de sí ‘a pelo’, prescindiendo del micrófono. Una cita para amigos que nos deleitamos escuchando “La torre de papel”, “El astuto”, “La señorita depresión”, el clásico de la mejor época de Asfalto “Más que una intención” o esa versión acertada y castellanizada que Miguel hace del popular tema de la película “El golpe”. 

Hasta aquí sólo sonaron la versátil y en buena forma voz de Miguel y las seis cuerdas de Bermejo. En este momento, como en las felices y añoradas funciones de cine de antaño, el vocalista, a mitad del espectáculo, nos invitó a visitar el bar o bien echar un cigarrito, que el Rock siempre tiene su imprescindible lado de vicio. Y en la segunda parte del show el cantante cogió su guitarra y continuó dando lo mejor de sí con piezas que todos conocemos como “Guiándome”, “La llave”, “El reposo del guerrero”, “Mientras” o la siempre coreada y celebrada “El bar de Katy”. 

En ese mundo de comparaciones imposibles, siempre se me asemejó en momentos el artista madrileño a David Coverdale -cosas del que firma-. Esta noche entrañable y de ambiente familiar, me vino a la cabeza la imagen de un inasequible concierto privado que nos podría estar dando Robert Plant; así que, amigo Javi, ya sabes el difícil papel-Page que te estoy planteando -cosas del loco que escribe-. 

Miguel Oñate y Javier Bermejo tienen un nuevo acérrimo, por cierto, se llama Rocker, es mexicano y le gustan las camas de los famosos. Gracias a Juan de El Mono por el buen trato y acabemos la noche, que es joven y optimista, a la manera de esa República: chelas y tequila. Una reverencia por nuestra parte, maestro, y éxito esta noche en Barracudas.

Jon Marin