Creíamos que la reciente visita a la Península Ibérica de Molotov cerraría por fin las heridas abiertas hace años por el contenido de la letra de su tema «Puto», pero la polémica ha vuelto a surgir en torno a la banda mexicana y por idéntico motivo. Como algunos de nuestros lectores recordarán, el título de la canción y parte de su estribillo («Matarile al maricón») supuso una fuerte controversia cuando la banda obtuvo bastante éxito a finales de la década de los 90 con su álbum «¿Dónde jugarán las niñas?».

Por entonces el movimiento de defensa de los derechos de los homosexuales españoles comenzaba su conquista de la normalidad social y jurídica, en un país que no tardaría en aprobar la ley del matrimonio gay. La fuerza de esta movilización chocó con el equívoco mensaje de la letra de marras, por lo que Molotov fue estigmatizado como enemigo de la causa y cómplice de una cierta homofobia latente.

Ya nos habíamos olvidado del asunto cuando de repente ha saltado el escándalo con motivo de la celebración de las fiestas patronales de San Cayetano y San Lorenzo, en Madrid capital. «Puto» se escuchó hace unos días como parte de una selección musical entre actuación y actuación en una de las carpas, circunstancia que despertó las protestas de Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia. Sus responsables exigieron medidas inmediatas al concejal del distrito Centro, quien se disculpó por lo ocurrido y aseguró que no se volvería a producir semejante malentendido.

«Este tipo de letras son contrarias al discurso de igualdad y fomentan el discurso del odio», en opinión de los activistas. Jorge García Castaño, responsable político de la celebración, matizó que «lo único que hemos planteado es que se sea especialmente sensible con las canciones que suenan en esos momentos, sobre todo en unas fiestas que ponen empeño en evitar la violencia machista y homófoba (…) El Ayuntamiento no va a entrar a controlar a los artistas, grupos y DJs que actúan. Eso forma parte de su libertad creativa».

La noticia fue publicada por el diario ABC, que aprovechó lo ocurrido para criticar al Ayuntamiento de Ahora Madrid, cuya tendencia ideológica es radicalmente opuesta a la del periódico conservador. Por si acaso se veían inmersos en una nueva campaña de descrédito, los propios componentes de Molotov volvían este verano a aclarar lo que quisieron transmitir con los versos de este éxito «a su pesar»: «La canción hablaba de la cobardía, de no ser agachón. Nunca tuvo un sentido homófobo. No era maricón de homosexual, sino de cobarde (…) «Puto» era una de tantas bromas en las que nos jodíamos los unos a los otros con nuestros instrumentos», comentaron al rotativo El País.