Hablar de Montse Mayoral es hablar de una mujer luchadora, inquieta, amiga de sus amigos, charlatana, fiestera, cabezota (ojo, que lo dice ella). Madre, ama de casa, buena cocinera, música y empresaria. Y por si fuera poco, también decoradora. Lo mismo te cambia un enchufe o te pinta una habitación, que te instala un grifo y encima lo hace cantando. Vamos, que es de lo más completo. Como dirían en su tierra por parte de padre, es muy “apañá” esta mujer.

En los tiempos de adolescencia de esta madrileña con sangre extremeña y manchega, la nota dominante para Montse fue la de ser cantante de la pandilla, entre sus colegas. No había rincón de la discoteca o el pub de turno donde “la Mayoral” no sentara cátedra con su voz.

En su tiempo libre y cuando la economía se lo permite, la vocalista es aficionada a los deportes de riesgo, como túneles de viento, parapente, espeleología y su asignatura pendiente: el puenting. Y otra actividad deportiva es la de hacer música… ¡Perdón!, qué ser musico no es un deporte, ya…, pero sí que también es algo arriesgado, como le gusta a Montse. ¿O no?

Autentica agitadora musical de la escena a lo largo de los años, Montse ha pasado por diferentes proyectos hasta nuestros días, compaginando el puesto de cantante en la banda madrileña Fugitivos con otra formación de nombre Amon Ra. En este segundo proyecto, la diversidad de estilos que se constata en sus canciones es llevada al Rock por parte de sus compañeros músicos. Y no importa cómo sea, si en formato eléctrico e incluso en acústico. En el caso de la opción desenchufada, ésta lleva consigo el valor añadido de poder escuchar esos temas musicales dentro de un aire cabaretero.

De familia ligada a Sara Montiel por parte de padre, el hecho de cantar siempre ha ido asociado a su propia madre o incluso a su abuelo materno, que siempre derrochaban actitud cantando en su propia casa. Incluso el teatro, por parte de su padre de manera amateur, ha dejado huella a esta “cantante de nuestro Rock” tan peculiar y con tanta personalidad propia. En efecto, para Montse la música es una parte importante en su vida; es lógico que por lo tanto inculque esa pasión a su propio hijo. El flirteo por parte de su retoño con los diferentes instrumentos le ha llevado a coger el micrófono, apuntando maneras, como bien explica una madre orgullosa. A pesar de ello, cuando se habla del futuro de su hijo no quiere influenciarle ni imponerle dedicarse a la música.

Totalmente autodidacta, el paso del tiempo le ha dado la experiencia suficiente para ir cogiendo “tablas”, hasta el punto de saber hasta dónde puede llegar con su instrumento vocal. No descarta recibir clases algún día pero, como bien dice ella, si se hace música en este país, la economía no da para más. Por eso, lo mejor para Montse es ir aprendiendo trucos y modelar sus propios registros.

Si le preguntamos por sus influencias, como cualquier músico que se tercie, siempre partimos de unos gustos claros, con nombres propios definidos. El caso de nuestra invitada quizás marca también un poco la diferencia respecto a muchos de sus compañeros de profesión. A Montse no le gusta encasillarse en estilos musicales.

Sus gustos son muy amplios y abarcan desde el Country, el Blues, la ópera o el Jazz, hasta el Folk, el Soul, el Rock o las músicas étnica y clásica. Su opinión al respecto se centra en la diversidad, que es donde ella entiende que está el aprendizaje. Aun así, su debilidad por Queen, Led Zeppelin, Whitesnake, Judas Priest, Metallica o Helloween se hace notar en su equipo de sonido. Louis Armstrong, Tina Turner, Ray Charles, Nina Simone, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra o Freddie Mercury son una pequeña parte de nombres influyentes para una cantante que no duda en seguir adquiriendo conocimientos de esos y esas artistas que son parte de su vida y gustos musicales.

Una banda de nombre Shalm, otra Sheriff Wallace… y su hermano

Corría el año 2000 cuando nuestra cantante empezó a tomar contacto con la música un poco ya más en serio. Compartir grupo con otros músicos afines o a los que les motivaba pertenecer a una banda y poder mirar hacia adelante sigue siendo su forma de entender su profesión. Al tiempo, Montse empezaba a tomar unas directrices marcadas por la incertidumbre y los nervios propios del momento.

Santi Mayoral, hermano de nuestra cantante y muy unida a él, fue uno de esos músicos inquietos que en la época de la universidad decidió montar una banda, en su caso de nombre Shalm. Santi, cuatro años menor que su hermana, se defendía y defiende muy bien con el micrófono.

Quizás a sabiendas del futuro prometedor de su hermana, el menor de los Mayoral no dudó en contar con ella para hacer coros en ese proyecto musical. Cuando Montse recuerda ese momento -siempre con una sonrisa en su cara-, no olvida esos nervios pasados, haciendo referencia a cuando se sacó el carnet de conducir.

Con nervios o sin ellos, y ya como miembro estable, el caso es que que fueron catorce años en total los que permitieron a esta cantante empezar a despegar y formarse encima del escenario, gracias a la oportunidad que le brindó su propio hermano. “Besos Prohibidos” es el título del disco, que llegaron a costearse y poner en circulación de forma independiente.

Sin embargo, las circunstancias de la vida obligaron a la disolución de la banda. Esa formación, que le dio la oportunidad de subir a un escenario, se quedó en un pasado difícil de olvidar para nuestra cantante. Igual pensáis que la Mayoral se quedó “compuesta y sin novio”, pero para nada. Tanto su hermano como ella ya llevaban un tiempo largo “flirteando” con una banda de nombre Sheriff Wallace. Ambos músicos ocupaban el puesto de coristas. Este proyecto de versiones que se adaptaba a la necesidad del momento y la ubicación disfrutó de unos años de cierta bonanza.             

Demiserables, un concurso llamado Eurovoice y unos locales de ensayo

¿Un concurso llamado Eurovoice? En efecto. Además, se comentaba que el certamen iba a ser el sustituto del chilicuatrero Eurovision. Cuarenta y cuatro países se presentaron, pero sólo veintisiete consiguieron clasificarse para la final. Aproximadamente 70 millones de espectadores en toda Europa siguieron el programa por la televisión.

Con Desmiserables, Montse y sus huestes presentaron sus canciones, llegando a participar en el mencionado concurso representando a España. La canción elegida fue “Cartas marcadas”. Previo pacto, quedaron en el puesto veinticinco. Una experiencia que podemos catalogar como anécdota, pero sin pasar de largo que el Southern Rock que practicaba esta formación sonó en todo el mundo, en una de esas concentraciones concursales de sonidos que se olvidan en cuanto cae el sol.

Un tiempo pasado, del que quedaron dos discos: “Hasta Que los Muertos Bailen” y “Caminos”. Es indudable que para nuestra invitada lo de estarse parada no forma parte de su filosofía a la hora de valorar una vida dedicada a la música.

En aquel entonces, Montse tuvo que tomar una decisión difícil, ya que dejó su trabajo como supervisora de obras y decoradora para dedicar el cien por cien de su tiempo a la música. El motivo fue la adquisición de unos locales en Alcorcón, los antiguos City Rock Music, actualmente Farlight Records. La gestión la llevan ella y su hermano Santi. Dos naves albergan esos espacios de ensayo y un pequeño estudio ubicado en la calle Electricistas, con horario de 24 horas.

Jinete Nocturno, cabalgando hacia el nuevo disco de Fugitivos

A nadie se le escapa la actividad de Montse Mayoral. Toda una profesional del Rock, que además está muy sensibilizada con el apoyo a sus compañeros de profesión. Por eso, que no te extrañe encontrártela en algún concierto como público. En cuanto a cómo está la escena en referencia al brote de bandas tributos y de versiones, ella dice que hay espacio para todos. De hecho, compartió con tres componentes de Fugitivos una banda de versiones rockeras de nombre Lady & The Rockers, añadiendo esta iniciativa a los proyectos anteriormente mencionados.

Corría el año 1995 cuando Fugitivos empezó a germinarse, debido al cese de actividad de una banda llamada Tarot. El grupo duró muy poco, ya que en 1996 sus integrantes decidieron parar indefinidamente. A pesar de ello, consiguieron realizar conciertos, tocar en la televisión de Alcorcón e incluso en concentraciones moteras.

El año 1999 fue clave para una vuelta a la actividad. Los diferentes cambios de componentes son la tónica y mareante realidad de esta banda, con una dinámica de “arranco y paro” un poco inusual. Fugitivos llegó a grabar una demo en 2003 y pudo tocar en directo por todo Madrid. Tras la incorporación de Bruno Camadini como guitarrista, se decidió aparcar el proyecto para dar paso a una nueva formación de nombre Jinete Nocturno.

Fue otro paso más para llegar a los actuales Fugitivos. Pero antes de ello nos dejaron un proyecto más fresco, diferente, que dio paso a una infinidad de conciertos en directo, una demo de ocho temas nuevos, dos discos cargados de buenos temas y gran repercusión en medios y público.

“En la Ciudad” y “Esta Noche”. Nos referimos a los títulos del primer y segundo trabajo de una formación que cabalgaba hacia su disolución en el año 2017, a pesar de la buena acogida que este “nocturno jinete” había cosechado. Y sí, volvió a ocurrir. El grupo abandonó la oscuridad para hacerse transparente hasta el punto de desaparecer. Otra vez nos dejaron con los dientes largos, ya que esta banda prometía. Pero bueno, de perdidos al río, porque su disolución dio paso a los actuales Fugitivos.                       

De aquella formación que empezaba con entusiasmo quedan actualmente Salvi Cuesta al bajo -quien por aquel entonces tocaba la guitarra y se encargaba de la voz- y Paco Vega, guitarra y coros. César “El Mini” se unió a la batería y a la voz lo hizo nuestra cantante Montse Mayoral.

Un primer trabajo ya terminado, justo antes de la pandemia. ¿Con qué nos sorprenderá esta banda del sur de Madrid? Sabemos que el combo de la Mayoral está formado por músicos muy compenetrados y que parte de estilos como el Hard Rock y el Rock and Roll como parte esencial. Por eso, a Fugitivos no se le caen los anillos a la hora de fusionar estilos oscuros, melódicos e incluso poperos con esa base más rockera. Todo eso se escucha en esos seis temas que ocupan este primer “redondo” de la banda, de título genérico “Recorriendo Caminos”.

José Ramón Nieto “Kema Púas”

“Escuchar música te hace ser mejor persona y te limpia el alma. Si es Rock, mejor”.