Nikki Sixx, bajista de Mötley Crüe, ha vuelto a hablar sobre la adaptación teatral y musical que se hará de su libro de vivencias “The heroin diaries: A year in the life of a shattered rock star» (Los diarios de la heroína: Un año en la vida de una estrella de rock destrozada) con la idea de que la obra se estrene en Broadway.

El libro cuenta la vida de Sixx a finales de los ochenta mientras era adicto a la heroína. Se lanzó en 2007 y llegó al N° 7 en la lista de libros más vendidos (no ficción) del periódico New York Times.

El bajista ha dicho que la idea es que “The heroin diaries” llegue a significar para los adictos a los opiáceos lo que hizo el musical “The rent” para ayudar a los enfermos de sida. Añade que se podría estrenar el año que viene.

El actual representante de Mötley Crüe, Allen Kovac, ha dicho que el musical busca ayudar a las personas con problemas de adicción, no hacer dinero, y que el proyecto podría estrenarse en la primavera de 2020 ya que cuentan con la inversión del gran jefe de Live Nation y Ticketmaster, además de que muchos alcaldes de ciudades de los EE. UU. están colaborando. Añade: “La idea es ir a todas partes, a todas las ciudades, además de estrenar en Broadway; y también llevar la obra a Europa y resto del mundo. Se trata de crear conciencia y eliminar los prejuicios que hay contra los adictos; se trata de que la gente la vea y hable del problema».

Nikki ha recordado una anécdota de cuando el libro salió a la venta: “Yo estaba en una firma y había no cientos sino miles de personas. Hubo un chaval que se acercó sudando y con temblores. La seguridad del local me advirtió y me preguntaron si lo echaban. Dije que no, que parecía estar sufriendo ‘el mono’ y que lo trajeran a mi lado. Se echó a llorar, me dijo que acababa de leer el libro y que era su primer día sin drogas. Nunca he dejado de pensar en aquello y quiero que vuelva a suceder una y otra vez”.  

  • El año pasado salió una nueva edición de «The heroin Diaries” con el añadido de varios capítulos y un nuevo prólogo.
  • En el libro, Nikki Sixx dice que tuvo que encargarse él de casi todo el trabajo de producción de los discos “Shout at the devil”, “Theater of pain” y “Girls, girls, girls” porque el productor, Tom Werman, sólo daba instrucciones por teléfono y no aparecía por el estudio. El aludido contestó al poco (en 2008) que sus memorias eran incorrectas, engañosas e inexactas. Añadió: “El libro es una distorsión de la realidad, resultado de la pasada adicción a la heroína de Sixx. Los eventos a los que se refiere este libro son simplemente las fantasías, inducidas por la aguja, de un drogadicto con muchas ganas de llamar la atención.”