por Jon Marin


Estaréis hartos de contestar a la misma pregunta, pero no me importa ser poco original: ¿Por qué elegisteis ese nombre tan directo y provocativo para el grupo?

Aitor: -Cuando mezclas a unos cuantos descerebrados con mucha cerveza, es lo que puede suceder. También era una forma de reírnos de la moda imperante en aquella época con ciertos nombres de grupos tales como La Oreja de Van Gogh, El Sueño de Morfeo, etc.

El trío fundador -Aitor, Beñat, Raúl- desde 2006 ha visto cómo entraban y salían del grupo otros miembros a lo largo de los años, sobre todo baterías. Javito está ahora sentado en esta misma mesa. ¿Lo consideramos ya miembro oficial y fijo de Nacho´s Dick?

Beñat: -¡Javito es nuestro batería, definitivamente! Sonamos muy bien con él, ya es uno más. ¡Además, nos suele invitar a cerveza!

Y respecto al baile de músicos habitual en cualquier formación, Beñat añade: -El mundo de la música es muy sacrificado, por lo que es normal que escape el personal; lo anormal es aguantar tantos años. De todas formas, hemos aprendido del pasado y, si nuestro batería Javito hiciese un amago de marcharse, utilizaríamos la violencia si hiciera falta para retenerlo. En nuestro caso seguimos por amistad y por la pasión que tenemos con el Rock; si no, estaríamos muertos.

Vuelve el humor con el recurrente tema del baterista, ese tipo de ‘espécimen’ o ‘humanoide’ que se dedica a aporrear tambores…

Raúl: -Los baterías en general están como una regadera, son hombres rudos que mastican tabaco para desayunar, están hechos de otra pasta. Desgraciadamente no podemos prescindir de ellos, dan fuerza y alma a la música. Las baterías programadas suenan bastante artificiales y sin personalidad; lástima, pues tenemos que repartir el pastel con uno más.

Ja, ja… Bueno, vamos a ponernos un poco serios -no mucho-. Demos un paseo desde vuestra primera demo hasta el último disco y comentadnos cómo ha ido evolucionando el estilo de Nacho’s Dick a través de los redondos editados.    

A: -Al principio éramos unos inconscientes que se metían al estudio de grabación sin tener ni pajolera idea de nada, en cierto modo era una actitud punk. Con la primera maqueta nos dimos cuenta de la importancia de la claqueta y mejorar como músicos. Aun así, el resultado fue más que digno teniendo en cuenta lo pésimos músicos que éramos. Con el paso de los años hemos mejorado a paso de caracol, pero por lo menos damos el pego. Ahora no paramos de recibir ofertas para hacer sesiones de estudio y colaboraciones en otros discos. (Risas). Este último disco lo hemos grabado en nuestro garaje nosotros mismos sin ayuda de ningún técnico externo, consiguiendo un sonido mucho más real, añejo y sucio de Rock, por lo que sonamos más a lo que somos en realidad, ya que a veces, en otras grabaciones anteriores, hemos tenido un sonido demasiado limpio.

Ya lo hemos utilizado en un titular en LosMejoresRock, ¿os dais cuenta de que poniendo el título de vuestras grabaciones correlativamente sale una frase muy chula?: “Nacho’s Dick: Despierta, prueba y ¡atrévete!” ¿Lo habéis hecho de manera consciente o es casualidad?

B: -No es ninguna casualidad. La verdad es que todo viene por lo que vemos en esta sociedad; parece que, poco a poco, los que mandan están consiguiendo crear clones, mano de obra, que la gente sea toda igual… productiva, en definitiva. La gente se está convirtiendo en esclavos de la sociedad. Pero para eso estamos nosotros, para recordarles que no es así, que todo el mundo puede llegar adonde se lo proponga; habrá gente que te pueda decir lo que tienes que hacer, pero que nunca te digan lo que tienes que pensar.

Centrándonos en “Atrévete”, contadnos un poco las vicisitudes de la grabación, cómo fueron los días en el estudio, etc.

R: -Como hemos comentado, lo hemos grabado nosotros mismos en nuestro garaje. Aitor ha realizado la ingrata labor de grabar con nuestros medios, con todo lo que ello implica: prueba de sonido, insonorización, posición de micros, ecualizaciones… Ha sido un duro trabajo que ha merecido la pena ya que el resultado es ‘nosotros mismos en estado puro’, es decir, un sonido directo como si estuvieras escuchándonos directamente en el garaje.

 (Continuará).