Manolo Rock es todo un personaje, un agitador de la movida valenciana, que la capital del Turia también la tuvo. En los noventa fundó el proyecto Huevos Duros. Tres trabajos en tres años y adiós, salvo alguna reedición hace tiempo. Pero, sorpresa, en estos días el grupo renace con un inesperado nuevo disco, “Emotional intelligence”, y es una oportunidad perfecta para hablar de todo un poco con Manolo.

(Lee la primera parte de la entrevista, que continúa aquí).


por Jon Marin


En principio, «Emotional intelligence» sólo ha salido en plataformas digitales. ¿Cuál es tu opinión sobre el actual debate de presentar los discos en digital, la importancia o no del formato físico, etc.?

-Al final, y debido a algunas peticiones, cosa que me honra, se está preparando una pequeña tirada en formato CD. No sé si serán mis 65 tacos recién cumplidos, pero ya no veo debate en esta cuestión. Que cada uno se quede con el sabor que más le guste. Tenemos plataformas de streaming como Spotify, de descarga como la fantástica BandCamp, posibilidad de editar en CD o en vinilo, e incluso, si quieres rizar más el rizo, te puedes marcar el vacile de hacerlo en casete. Personalmente, me he convertido en un gran fan de escuchar la música en streaming y te puedo asegurar que es mucha al cabo del día. Suena bien, tienes todo al alcance de un clic y el catálogo es interminable. Me sale a cuenta.

Tal como creo que has comentado antes, suponemos que Huevos Duros es ahora mismo sólo un proyecto para grabar y lanzar canciones, que no habrá conciertos.

-Huevos Duros nunca se ha planteado el directo como opción, y ahora menos. No puedo beber, no puedo fumar, no puedo drogarme… ¿qué carajo voy a hacer por esos mundos de Dios?

-Ja, ja…

¿Has leído o escuchado alguna opinión o crítica de “Emotional intelligence”? ¿Qué dicen?

-El disco ha tenido un factor sorpresa muy importante: nadie se esperaba algo así. Sorpresa para bien, claro está. Una vez asimilado el impacto inicial, los comentarios en general, tanto por privado como en público, han sido muy positivos y cariñosos. La mayoría lo califica de un buen álbum y yo, muy agradecido a todos.

Manolo ahonda en opiniones más cercanas…

-Mi hermana Carmen, que siempre ha apostado por mi aventura con Huevos Duros y a la que considero una persona con mucho criterio, nada más escuchar el disco me llamó emocionada para felicitarme. Mi hija Ángel, con gran gusto musical, me ha dado su bendición. También algunos amigos muy cercanos y queridos me han mandado su mensajito de aprobación, cosa que para mí es más que suficiente. No doy nombres porque, en su mayoría, son personajes públicos también. Tanto en mi Instagram como en mi Facebook personal se puede constatar el buen recibimiento en general.


Permíteme volver al pasado. Estuviste trabajando durante un tiempo en Locomotive Music, el sello de importantes artistas como Mägo de Oz. ¿Qué recuerdos, anécdotas, etc. nos puedes comentar de aquella etapa?

En Madrid estuve del 2002 al 2008, aunque para Locomotive ya llevaba un par de años trabajando. Fue un cambio radical: irse de Valencia, donde más o menos lo tenía todo trillado y el camino muy andado, para comenzar de nuevo en la capital del reino, no fue una decisión sencilla, pero de la que no me arrepiento en absoluto. Mi estreno como director de marketing y promoción del sello me permitió disfrutar de mi primer disco de oro en la industria musical con “Gaia” de Mägo de Oz, además de crear ‘Planeta Gaia’, la primera comunidad cerrada de fans que un grupo español tuvo en internet. Hubo un trabajo duro con Los Suaves, Reincidentes, Soziedad Alkohólika, Sex Museum, Boikot, Gigatrón, Tierra Santa, Mónaco y Superamy, entre unos cuantos más. Sin duda, una gran experiencia, fue como jugar en la Premier inglesa. Además, guardo muy buen recuerdo de todos mis compañeros y del boss, Goyo, que fue quien confió en mí. Por lo demás, un infarto truncó mi paso por allí y me hizo decidir volver a la dieta mediterránea.

Aprovechando que hablamos del pasado, ¿cómo ves el panorama musical rockero de ahora comparado con el de los noventa -cuando tu grupo estuvo activo- y el de la década de los 2000 -cuando estuviste en la etapa profesional antes mencionada-?

-El rock siempre ha sido para minorías, algo que cuando eres joven te niegas a ver y a aceptar porque piensas que eres ‘lo más de lo más’ y te sientes muy especial. Todas las décadas que he vivido en primera persona, desde los ochenta hasta ahora, han tenido grandes bandas, buenas propuestas y truños infumables. En eso no ha cambiado nada. No soy de los que miran hacia atrás y creen que todo tiempo pasado fue mejor, eso sólo es una percepción de viejo egoísta y amargado.

Para conocerte mejor como músico, ¿qué grupos eran tus favoritos de jovencito y qué escuchas en estos momentos?

-Para el postureo te diría que Lou Reed, la Velvet y Bowie, pero te estaría contando una milonga. Soy hijo de Chapa Discos, de la clase obrera y de su época. Me interesé por bandas como Módulos, Asfalto, Bloque, Cucharada, Leño, Alarma, El Eructo del Bisonte, La Romántica Banda Local, Moris, Burning o Triana. Me emocionaban y me hicieron amar la música. A la par, escuchaba a la Creedence, a los Beatles, a los Stones, a los Moody Blues, a Cat Stevens, a Pink Floyd, a Camel o a Peter Frampton. Estamos hablando de mediados de los setenta hasta que me hice mayor (hace el gesto de las comillas) en 1980. En la actualidad sigo escuchando lo de siempre, además de mucho rock argento y descubriendo muchos discos que en su día no tuve la posibilidad de comprar y que sólo podías ver por las portadas en los catálogos de Discoplay. ¡Hay tanta buena música perdida por ahí…!

¿Hay alguna banda actual que te haya sorprendido gratamente o te aferras a escuchar cosas del pasado?

Cositas de ahora claro que las hay que me gustan, y de muy distintos palos. No tengo prejuicios, nunca los he tenido con nada, ahí te van mis pecados: Virgen de la Periferia, Morgana Vs Morgana, Love Of Lesbian, La Habitación Roja, Ambros Chapel, Santero y Los Muchachos, Vetusta Morla, My Chemical Romance, Kasabian, Father John Misty, Pacífica…

Dado que ahora, por lo digital, se puede saber en qué lugares y países te escuchan más, ¿dónde está pegando más “Emotional intelligence”?

-En España, con diferencia. Aunque todavía es muy pronto para hacer números sobre el último disco. A Huevos Duros, en general, en España, México y Guatemala.

¿Y hay algún país que te haya sorprendido por el número de escuchas?

-Pues a veces me pregunto que cómo coño he terminado siendo encontrado en Guatemala. No deja de ser curioso.


En LosMejoresRock siempre preguntamos por alguna anécdota graciosa. Cuéntanos alguna buena de la vida de Huevos Duros.

La banda, aunque tiene el cuartel general en Valencia, siempre va asociada a Las Palmas, tanto por mi nacimiento como por mi incombustible fanatismo por la Unión Deportiva. En “El Sistema te quiere sano, quedan muchos cerdos por engordar”, disco publicado en 1997, metimos el corte “Algo más que un sentimiento”, un despropósito de canción y además yo aparecía con la camiseta del equipo (U. D. Las Palmas) en la contraportada del disco rodeado de cientos de píldoras sospechosas. Mandamos veinticinco cedés de regalo para los jugadores a la sede del club y el gran periodista Neketan nos dedicó casi una página en el periódico Canarias 7. También fue muy divertido estar con “Quiero ser Enrique Bunbury” casi un año como sintonía oficial del programa “Teloneros” que presentaba Juan Carlos Prieto dentro de ‘Sateli-3’ en Radio 3, de RNE, para toda España. Un hito del surrealismo sonoro.

Los planes a corto, medio y largo plazo de Huevos Duros son…

-Como dice el aventurero y motorista Charly Sinewan: «El plan es que no hay plan». Aunque, para Navidades, tenemos otra sorpresa ya casi terminada que, a buen seguro, a la peña, principalmente la de Valencia, le hará tilín.

Terminamos, Manolo, ¿algo que añadir?

-Estamos en paz con Dios y con nosotros mismos. Muchas gracias por la entrevista y saludos a todos los lectores.