Nurcry eligió el barrio de Vallecas para dar carpetazo a la gira correspondiente a su tercer disco -“Renacer”- en Madrid y, después de escribir las líneas principales de lo que vivimos la noche del 20 de diciembre, he tenido la sensación de haberlo leído antes; en este caso, escrito previamente. Así es, porque hace poco más de un año, cuando presentaron este CD en directo en la sala Siroco, tuve las mismas impresiones que en esta ocasión, lo que me lleva a repetir frases sin vergüenza ya que son hechos palpables.

El grupo sonó como un cañón de nuevo y hay que halagar al técnico de The Godfather, Rober, porque sé que es un fenómeno por varias experiencias propias a lo largo de los años y lo sigue demostrando. El concierto volvió a ser muy intenso, se nos pasó volando desde “Destino, yo te busco”, que dio título a su segunda obra y fue la primera ejecutada, hasta “Latidos de pasión”, con la que dijeron adiós.

La sala se llenó y el público siguió todos los temas precisamente así: latiendo fuerte y con pasión. Escuchamos a continuación “Contra viento y sol”, que fue la otra que sonó del segundo LP, y partir de ahí el repertorio lo acapararon temas de “Renacer”, pues de eso se trataba: de despedir con cariño y merecimiento un redondo tan ídem como éste. Las piezas interpretadas, por orden, fueron: “Contra viento y sol”, “Siete brujas”, “Salto al vacío”, “Megalomanía”, “Indómito”, “Galileo” y “Cuestión de Rock n’ Roll”.


Entre medias se coló el nuevo sencillo “Enséñame a sentir”, adelanto de ese álbum -doble- que llegará a primeros del año que ya nos va a caer. “IV” traerá satisfacción doble en número de canciones a los muchos seguidores de Nurcry. También sonó genial y fue muy bien aceptada por el respetable.


Las notas diferentes de este evento con el que hacíamos referencia al principio, del año 2024, fueron que el creador del proyecto musical y compositor principal de Nurcry, Ángel Gutiérrez, no pudo estar presente sobre el escenario, por lo que no hubo trío de guitarristas, si bien apareció entre el público para apoyar a sus compañeros en el tramo final; más el estreno al bajo de Sergio Martínez, al que vimos totalmente acoplado y suelto sobre las tablas.

Tenemos que insistir en la contundencia de Jason con las baquetas y la gran técnica y profesionalidad de los guitarristas Manu Acilu y Juanjo Alcaraz, que se lo comen todo, y si algo sobraba por engullir, dejádselo a Kike Fuentes, que se está convirtiendo en uno de los cantantes que más gusta ver y escuchar de tantos como hay y son elogiados en el rock español.

Cuando nació, los había que desconfiaban del proyecto Nurcry, el sueño de un amante del hard rock y heavy metal de toda la vida, pero tres elepés más el que viene, que al ser doble puede contar por dos para llegar a cinco, más aquel EP y algún sencillo suelto -si quieres suma seis obras, por tanto- dan buena cuenta de una producción tan increíble como satisfactoria en tan poco tiempo, que se acrecienta con unos conciertos demoledores y no debes perderte en cuanto anuncien las fechas de su nueva gira. Insisto, Nurcry está tocando a la puerta de los más grandes del rock duro nacional.

Jon Marin