Ricardo ‘Ritchie’ Benítez, cantante de Asfalto en su disco de 1986 «Corredor de Fondo», ha sido la sorpresa rockera del segundo programa de «La Voz Senior», el formato de entretenimiento rápido que emite Antena 3 la noche de los viernes. Este vocalista mallorquín sustituyó a Miguel Oñate tras la publicación de los dos discos que el madrileño grabó con Asfalto: “Más que una Intención” (1983) y “Cronophobia” (1984). Ritchie, de origen argentino, fue captado gracias al disco grabado por Express, banda que llegó a editar con Chapa Discos un único álbum en 1983.

Ritchie realizó un soberbio trabajo en aquel álbum cuyo single fue ‘Halley’, pero su falta de adaptación a la ciudad de Madrid fue determinante para que su permanencia en el grupo fuera más duradera. Realizó la gira de conciertos que se celebró tras el lanzamiento del LP, pero fue un visto y no visto en la historia de los clásicos madrileños.

Ritchie participó en la grabación de ‘Sold Out’, el disco en directo de Asfalto con el que Julio Castejón y compañía celebraron su 45 aniversario en febrero de 2017. Esa noche el vocalista interpretó dos temas del álbum que le dio aquellos breves pero intensos días de gloria: «No es sólo amor» y la preciosa balada «Prisionera enmarcada».

Esta vez el espectáculo deplorable y humillante que suele ser «La Voz» ha respetado al artista rockero en cuestión, ya que una de las componentes del jurado, Pastora Soler, tuvo a bien girarse para integrar a ‘Ritchie’ en su equipo. No lo hicieron los otros tres compañeros de esta especie de circo romano en el que los pulgares arriba y abajo juzgan la calidad de los concursantes.

Ni David Bustamante (really, still David Bustamante?) ni el manido Antonio Orozco validaron su interpretación de ‘Roxanne’, de The Police. Tampoco lo hizo una irreconocible Rosana, pese a las gesticulantes y transidas caras de la canaria, que al parecer ahora es algo así como una «rockera» renacida con tatuaje en todo un brazo, escote de vértigo y una imagen en cuero negro que no parece precisamente sincera.

El pasado año ya hubo polémica con el menosprecio del jurado hacia un referente como José María Guzmán -al que mandaron a casa a las primeras de cambio- y en 2020 la gran víctima ha sido hasta el momento Andrés Caparros, hombre de radio y presentador de televisión al que tampoco reconocieron ni apreciaron en su esforzada actuación.

Pastora lloró al darse cuenta del bochorno y nosotros recordamos lo mucho que ha dado la familia Caparrós a Antena 3 -tanto Andrés como su hijo Alonso-. Pero amigos, esto es televisión, y cuando el contrato se acaba la trituradora se pone en marcha…

Leo Cebrián Sanz