La tarde del pasado jueves 6 de junio se celebró en el madrileño barrio de Fuencarral la presentación de la nueva formación y disco de la banda madrileña Patente de Corso. El grupo, todo un clásico del Classic Rock madrileño -valga la redundancia-, celebró con sus simpatizantes, amigos y varios de sus antiguos componentes la edición exclusiva de un EP de edición limitada con cinco temas de su disco ‘From Hell’, publicado hace tres años.

Las canciones elegidas han sido ‘Whitechapel’, «Mi nombre es Jack», «Lula llena», «Cuarto poder» y «Origen y legado», que forman parte de su álbum conceptual inspirado en la historia del asesino inglés Jack el Destripador. Aquel tercer álbum ha sido actualizado con una grabación específica, en la que han participado los dos fundadores y miembros fijos de Patente de Corso: el bajista Fran Montero (ex-componente de Astra) y el batería Javier Gómez «Cozy» (Hamlet, Ángeles del Infierno), además del guitarrista Ricardo «Richy» Yáñez (Soga, 29 Cracks) -desde 2016 en el grupo- y dos nuevos refuerzos: la guitarra de Tommy ‘Blackbird’ (Ciencia Urbana) y la vocalista polaca Emilia Krull (The Bill Killers) -ambos desde el pasado año-.

Patente de Corso, además del título de una columna de opinión del polémico periodista Arturo Pérez Reverte en el dominical «XL Semanal», es un proyecto nacido en 2005 por voluntad de dos músicos con experiencia común en otros proyectos. La intención inicial de Fran y Cozy fue llevar el Hard Rock a un estado de mayor elaboración y complejidad, como de hecho demostraron durante la reciente actuación en directo a la que asistimos junto a otros compañeros de los medios especializados. Sus arreglos y coqueteos con el Rock Progresivo reflejan trabajo de fondo y casan perfectamente con el nuevo tono de la banda, en el que la melodía ha cedido protagonismo a la complejidad instrumental.

Los dos primeros discos de Patente… se publicaron en 2010 -«MMX», tras catorce meses de grabación en el estudio- y 2012 (el autoproducido «Marcado a Fuego»), aunque su mayor entidad llegó de la mano de ‘From Hell’, que data de junio de 2016. Visto desde fuera, la carrera del quinteto ha sido siempre algo errática, aunque no por ello exenta de calidad e interés. Indiscutiblemente, su momento ha llegado para quedarse, tras lo visto y escuchado hace una semana en el auditorio de la asociación vecinal donde tuvo lugar el evento promocional.

Para empezar, la rotunda presencia de su nueva vocalista nos dejó anodadados -que es un término que utilizaba mucho Sara Montiel- y que no es otra cosa que una manifiesta incredulidad positiva ante la fuerza y entrega de la cantante. Por supuesto, su evidente atractivo físico es una ventaja/desventaja, ya que puede distraer de lo fundamental, que en este caso es una calidad vocal que «entiende» muy bien las canciones y las lleva hasta unos matices muy personales.

Desconocemos el currículo rockero de Emilia Krull, pero no hay en el panorama nacional del estilo muchas vocalistas que cuenten con su rotunda presencia y capacidad de expresión. Pese a su altura física, sabe moverse muy bien por el escenario y resulta creíble y cercana. Todo un descubrimiento, desde luego, a la que postulamos ya mismo para los habituales premios que cada año se entregan a las mejores intérpretes de la temporada.

Por lo demás, la asimilación de los dos nuevos componentes por parte de Cozy y Fran parece haber encontrado el punto justo de equilibro. Qué duda cabe que hay muchos ensayos detrás de lo que nos ofrecieron sobre el pequeño escenario donde actuaron, o bien que se ha producido esa magia natural que lleva a los grupos a sonar bien engrasados con la simple suma de los talentos individuales.

La banda sonó compacta y encantó a una audiencia entregada de antemano, que arropó a los madrileños con un calor y receptividad como hacía tiempo que no veíamos en un estreno de estas características. Patente de Corso debería compartir ya mismo una gira con Monterrey, el otro gran nombre del madrileño Hard Rock con estilo y profundidad. A ese cartel no habría quien se resistiese…

Leo Cebrián Sanz