Paul Stanley, cantante y guitarrista de KISS, ha explicado en una nueva entrevista todo el daño que ‘el escenario’ le ha hecho a su cuerpo. Ha contado así sus males:

“Me han operado de los dos manguitos rotatorios. Hace un año y medio, aproximadamente, me rompí un tendón del bíceps y también me operé. También me he rasgado los cartílagos en ambas rodillas, otro tratamiento que tuve. Además, me operaron de la cadera… En fin, doy las gracias a la medicina y ciencia modernas; Dios las bendiga.”

Respecto a su actual estado, Paul ha comentado: “Estoy bien, para hacer otras 50.000 millas. Y si la genética también juega un papel en esto, espero que no me salte, que no se salte mi generación, porque mi padre cumplió 101 años a principios del mes pasado y sabe bien quién es y dónde está todavía, podría tener esta misma conversación ahora mismo contigo.”

Stanley, que tiene 69 años, ha culpado a todas las actividades que ha realizado con KISS sobre el escenario, a lo largo de tantos años, de todas las lesiones físicas que ha tenido que afrontar: «La mayoría de mis amigos médicos, mis cirujanos, ortopedas… me han dicho que no hay hombres de 60 años o jugadores de baloncesto o fútbol de 50 años que tengan tantas lesiones o secuelas como yo. Dicen que, claro, llevo mucho tiempo sobre el escenario corriendo de un lado a otro, saltando, etc. con casi veinte kilos sobre el cuerpo, así que mi cuerpo, tarde o temprano, me tendría que pasar factura.”

En una entrevista en 2013 Paul Stanley dijo que tocar en directo con KISS era «como hacer un triatlón con una guitarra alrededor del cuello; tienes que saltar, cantar, balancear el brazo y tocar el acorde correcto. Con esa combinación, cualquier cosa puede salir mal. Antes solía ​​saltar y aterrizar de rodillas; no me dolía entonces, pero ahora sí».

* En otras declaraciones Stanley comentó: «Cada cicatriz de mi cuerpo se ganó con orgullo. No hay nada peor que mirar hacia atrás y desear haber hecho cosas, pero yo las he hecho todas. Así es como se supone que se debe vivir la vida».

  • El guitarrista y cantante tuvo problemas de sordera desde pequeño y se sometió a operaciones que le dejaron cicatrices en la oreja derecha, la cual tenía algo deformada. En 1982 se sometió a una intervención quirúrgica reconstructiva en ese órgano para la cual utilizaron partes de su caja torácica.

*** A las operaciones que Stanley no hace referencia en sus declaraciones son las de cirugía plástica.