El pasado sábado 30 de julio fue un día grande para el Rock español y el de la Comunidad Valenciana en particular. Porque regresos hay muchos, pero pocos o ninguno como el de Tarántula. No hay precedentes, al menos que nosotros conozcamos, del retorno de una banda 42 años después de su última actividad conjunta (¡¡no los 48 que se comentan al principio de la entrevista!!). El milagro de esta formación de mediados y finales de los años 70 surge del reencuentro de dos de sus componentes, el teclista «Valen» y la vocalista Ana María González Pazos, a raíz del rodaje del documental «Ellas son Eléctricas».

Hace dos años, Vicente Guillot «Valen» volvió a recuperar el contacto con la cantante, mientras armaba una formación solvente con la que volver a los escenarios de una manera digna y a la altura del nombre al que representa. El líder de la banda se dio prisa en grabar un nuevo disco, «Tarantula IV», abriendo el estilo del grupo a sonidos menos progresivos y más rockeros. Los componentes fueron cambiando hasta dar con la clave actual, en la que encontramos al bajista Julián Masiá -que ya estuvo en Tarántula y fue de hecho quien recuperó la maqueta del ese tercer disco que nunca llegó a salir-, el veterano guitarrista Julio Valls, el teclista Carlos Garzó y el joven batería Alberto Medina, último en incorporarse a la aventura.

La gran cita se celebró en el Special Horse Irish Pub, un bar de ambiente irlandés muy acogedor situado en el Parque Tecnológico de Paterna. El público que llenó el local se mostró entusiasta con la formación valenciana, que fue acogido con enorme calor por un buen número de espectadores de todas las edades y condiciones. Este dato no es anecdótico, ya que la propuesta de Tarántula sedujo a los ya convenidos, pero también a quienes se acercaron por mera curiosidad, compromiso o incluso coincidencia.  

“Valen” y Ana María tuvieron la deferencia de invitar a este estreno a Paco Manjón y quien firma este artículo. Allí estuvimos en calidad de codirectores del audiovisual que precipitó todo lo que vino después, honrados por este emocionante detalle de quienes ya consideramos unos excelentes amigos. Todo fueron atenciones por parte de ambos, un reconocimiento que ampliamos a Julio Valls, quien incluso se ofreció a recogernos en la estación de tren de Valencia. Un accidentado viaje con un retraso de dos horas y media nos hizo perdernos el primer pase del show, pero por fortuna pasada la medianoche se dio inicio a una segunda sesión.

La experiencia no fue pues lo completa que nos habría gustado, pero lo visto en este bar del Hotel Mas Camarena nos convenció plenamente por varios motivos. En primer lugar, Tarántula nos sorprendió por la elección del repertorio interpretado, una mezcla muy armónica de temas antiguos de su primer álbum, otros del “IV” editado en 2020 e incluso algún adelanto de su próximo lanzamiento, del que hablan ampliamente en las entrevistas que completan este texto.

A la hora de defender en directo temas de tanto tiempo atrás y su contraste con las nuevas composiciones, se notaron los más de treinta ensayos previos con los que los Tarántula de 2022 habían preparado su debut oficial. Ana María conserva una voz extraordinaria y es capaz de desgarrar la actualización de “Blancanieves” de una manera absolutamente cautivadora. Las piezas más líricas de los viejos Tarántula sonaron como grabadas ayer mismo, tanto en su registro femenino como en las partes cantadas por “Valen”.

El resto de los compañeros rozó también a gran altura, derrochando una cohesión muy precisa y unas ganas enormes de transmitir su propio entusiasmo. Particularmente emotiva fue la intervención del primer batería de Tarántula, Miguel Izquierdo, quien medio siglo después -esta vez sí fueron 48 años- demostró que sigue conservando un buen swing a las baquetas cuando reemplazó por unos minutos al titular en el tema «La danza del diablo“. El músico se desplazó desde Canarias, donde reside, para este nostálgico reencuentro con «Valen». «Pase de oro” para todos, como pediría el público de un famoso programa televisivo.

Y por supuesto, ¡¡gracias por las cariñosas dedicatorias desde el escenario y más aún por volver a interpretar “Blancanieves” para nosotros!! Gestos así no se olvidan…

Leo Cebrián Sanz

ENTREVISTA A VICENTE GUILLOT «VALEN». TECLISTA Y FUNDADOR DE TARÁNTULA

Estamos en Paterna (Valencia) con “Valen”, que es teclista y fundador, líder e inspirador de Tarántula, nada menos que 42 años después, en una actuación muy especial, que ha sido la del reencuentro con sus antiguos compañeros, rodeados de un público muy entusiasta y muy afín. Queremos conocer tus primeras impresiones a minutos de haber terminado la actuación, que además se ha prolongado, ha habido dos pases, ha habido sorpresas de todo tipo. ¿Cómo te sientes en este momento?

“Me siento yo diría que realizado, ja, ja. Y muy emocionado, la verdad que sí. Porque después de 48 años volver a formar el grupo, pues la verdad es que es muy muy gratificante”.

¿Cómo has visto la reacción de la gente?, lo primero.

“La gente, ya lo habéis visto vosotros también, espectacular”.

Hemos estado comentando que ha estado muy bien la elección del repertorio porque ha sido una mezcla de lo más reciente que habéis grabado y de lo más antiguo, que es lo que conocemos todos.

“Han sido temas del primer y segundo LP… y del cuarto también. Ahora estamos preparando otro LP u otro CD -ya veremos cómo va-, que se llamará “Recuerdos 3.5”. Incluirá canciones del tercero que teníamos guardadas, de cuando la compañía se fue a pique y luego pasó lo que pasó con el lío de discográficas. Algunas las ya habéis oído. Y luego también estarán las del cinco. “3.5” será una mezcla del tercer LP -con que cumpliremos pese a no ser un LP entero-, y las canciones más actuales para así seguir avanzando”.

¿Crees que funciona esa mezcla de material antiguo y moderno?

“Sí. De todas maneras, es que estoy intentando siempre que tenga un nexo con lo primero, que tenga momentos de Rock duro, que tenga canciones más duras, pero que también sean de Rock Sinfónico y experimental, que tengan algo de eso. Y luego las canciones, que suelen ser largas por su duración, que por lo menos dos o tres se puedan poner por la radio, que no te las corten. Y nada, que todo el mundo pueda tener acceso a eso, que la emisora 40 Principales pueda tener su canción de tres o cuatro minutos y dejar todo lo demás ya más elaborado”.

Otra cosa que también hemos creído percibir es que ha habido mucho trabajo de local, porque para ser un primer concierto ha sonado todo bastante orgánico y no se han visto ni fisuras ni ausencias ni huecos. Es un sonido que se ve que hay trabajo detrás.

“Es que hemos estado toda la pandemia y ahora ocho o nueve meses -todavía más-, preparándolo todo porque no queríamos ser un bluff. Queríamos que estuviera bien. De hecho también, del cuarto CD -que no llegamos a salir por la pandemia-, pues solamente quedamos Ana y yo. Todo lo demás es nuevo. Ni el bajista ni el batería están ya. Ha habido cambios en la formación porque claro, se desesperaron, no actuaban, tenían que desplazase y perdieron un poquito el interés. No sé, se desanimaron. Pero de todas maneras, esta noche ha venido aquí el guitarra que grabó “IV” e incluso el batería del primero, que ha venido de Canarias, que me ha dado mucha emoción. Y le hemos hecho tocar una canción, que es “La danza del diablo”, que es histórico”.

Por supuesto que sin desmerecer al resto de los componentes, pero la voz de Ana nos ha dejado estupefactos. Como en el pasado, pero a veces incluso con más matices y más dura cuando tiene que ser más dura. ¿Qué opinas tú como parte interesada?

“Yo creo que ha estado muy bien. ¿Y mi voz? ¿Cómo la habéis visto?, ja, ja. Teníamos que defender el nombre de Tarántula, que se vea que somos un grupo, no una banda que hace un homenaje a…”.

A partir de ahora vais a intentar consolidar la formación para actuar y preparar ese “3.5” del que me hablabas.

“Vamos a trabajar por los pubs y salas de por aquí en Valencia y vamos a rodar para ver si el año que viene ya podemos hacer algunos conciertos en el resto de España”.

Muchas gracias, “Valen”, por habernos invitado, por habernos dedicado una canción y haberla repetido para que la pudiésemos escuchar.

“Gracias a vosotros por haber venido desde Madrid”.