por Jon Marin


    Resulta duro, con la muerte de José Antonio Manzano tan reciente, expresarlo así, pero en aquel momento la verdad era que la actuación de Manzano (grupo) nos traía sin cuidado, él era el catalán que siempre quiso ser David Coverdale; sólo nos interesaban sus interpretaciones de Banzai. Con un terrible sol sobre nuestras cabezas, tocó Anthrax. Aunque mis gustos estaban encaminados hacia el Hard Rock, su música me resultaba simpática a pesar de que en aquellos tiempos los medios especializados intentaron cavar una zanja entre los seguidores del Hard y Heavy por un lado, y el Speed y Thrash por otro. A Helloween los había visto teloneando a Dio en septiembre de 1987, en el Pabellón del Real Madrid, donde ahora están las gigantescas cuatro torres. Su música me encantaba, era algo novedoso antes de que el Power Metal nos saturara con tanta oferta de grupos; pero por segunda vez su cantante Michael Kiske me decepcionaba en directo. Metallica me resultaba muy duro en aquella época. En las semanas previas pedí a un amigo que me dejara sus discos e hice el esfuerzo de escuchar los tres primeros. Resultado vano, aquello no me entraba. Si hubiese tenido el redondo que presentaba, ‘And justice for all’, quizá la opinión hubiera cambiado, pero mi colega Juan no lo tenía, llevaba menos de un mes a la venta. Por tanto, la hora de su set fue la de mi bocadillo. Iron Maiden venía con la gira de ‘Seventh son of a seventh son’. Tanto su interpretación como el decorado, que recuerdo de tonos gélidos, azules y blancos, me dejaron con la boca abierta.

Sin echarme de menos por aquellas tierras británicas, el Donington 88 se celebró con la mayor audiencia de toda su historia, más de cien mil almas. Pero hubo una desgracia: Durante el show de Guns N’ Roses dos personas fallecieron aplastadas por la masa entre el barro de las primeras filas. Ninguna circunstancia me amedrentaría, juré que al año siguiente estaría allí, viviéndolo en directo. Pero al poco se anunció que la edición de 1989 se suspendía por la fatalidad acontecida. El castillo se quedaba sin evento. Menos mal que se preparó un festival similar en otra localidad británica, Mylton Keynes. Allí tocarían Bon Jovi, Europe, Vixen y Skid Row. Sin duda, un cartel reducido y light, pero poco me importaba, lo importante era la aventura de casi dos días en autocar para llegar allí, los mismos de vuelta y vivir un acontecimiento así fuera del país.

Además, tanto Bon Jovi como Europe me gustaban y seguro que irían más mujeres a la excursión.

-Chicos, hay que apuntarse a uno de los buses organizados.

Los ponían en marcha Mariano García del programa Disco-Cross, la Emisión Pirata y el fotógrafo Mario Scasso.

-Pueden pasar años hasta que Bon Jovi venga a España, comentábamos.

¡Cuatro meses después del festival de Milton Keynes hicieron tres conciertos!: Madrid, Barcelona y San Sebastián.