Pocos grupos con un concepto tan personal e intransferible del desarrollo artístico como el defendido por el músico Octavio Nievsky tras su experiencia previa en otras formaciones. Su voluntaria adscripción a la curiosa etiqueta del Rock Fisión se justifica por su ambiciosa intención de emprender «un viaje al interior de uno mismo en busca del sonido interior. Desmontar la música para convertirla en algo tan pequeño como una espora y que ésta pueda viajar libremente, empujada por diferentes energías hasta encontrar un sustrato favorable en el que crecer. Desintegrar».

El nombreconceptual del proyecto es «Buscando los sonidos de Octavio Nievsky», que no es sino «una manera de concebir la composición y grabación de canciones como si fuera un viaje o una aventura para encontrar los sonidos que alberga el interior, sin ningún complejo, evitando los planteamientos convencionales y alejado de los mitos y falsas verdades que rodean el mundo de la música, partiendo de cero».

La autoría es pues individual, pero Octavio ofrece muchas caras a la hora de subir a un escenario: lo ha hecho en bastantes ocasiones en formato acústico -como en el caso que nos ocupa junto a sus Tomates Azules- o incluso acompañado de la flauta travesera de Mery Angèlic Heiress. Cuando la cosa se precisa más eléctrica y enérgica, la voz y guitarra acústica de Nievsky recurren al apoyo de la banda Mundo Raro, con Álvaro a la guitarra eléctrica, Óscar Karim al bajo y Luis a la batería y los coros.

El primer tema en solitario hecho público por ON llegó en 2012, con difusión directa mediante videoclip: «120116-Simple». Su único álbum hasta el momento se titula ‘2takora’ e incluye el single citado y todo lo que ha compuesto hasta septiembre de 2018, fecha de su edición. Los otros temas destacados de su serie de doce canciones son aquellos que previamente han contado con su propio soporte audiovisual: además de «120116…», «Crónica del que se fue» (2015), «Pripyat» (2016), «Lazarza» (2017) y «Un tal lo» y «Las sombras se alargan», ambos de 2018.

La música de este francotirador artístico nos recuerda mucho a lo experimentado a comienzos de los años 90 por (Javier) Corcovado y los Chatarreros de Sangre y Cielo, aunque por fortuna sus temas son más digeribles y menos provocadores que los del madrileño. El romanticismo y la vocación por la intimidad y lo introspectivo de Octavio Nievsky también remiten a los primeros y más oscuros discos de Doctor Deseo.

Nievsky ha actuado principalmente en Palencia -con especial frecuencia en su localidad natal de Aguilar de Campoo-, y pueblos y ciudades de las vecinas provincias de Burgos, Cantabria, Navarra, Guipúzcoa y Vizcaya. El próximo viernes 9 de agosto acompañarán a los bilbaínos Budasam en el Escenario Bar El Rollo en el municipio palentino de Cervera de Pisuerga.

Leo Cebrián Sanz