El pasado viernes, cuando Armando de Castro -guitarrista de Barón Rojo- apareció en el programa «First dates», Sherpa (cantante y bajista, ex Barón Rojo) publicó en su página de Facebook que no iba a escribir acerca del hecho. Ayer, domingo 21, nos encontramos con estas declaraciones de Sherpa:

Son las 7.20 de la mañana de hoy domingo y como últimamente me despierto muy temprano, cosas de la edad, aprovecho para dar mi última opinión, ésta vez sí -¡palabra!- sobre el televisivo asunto «First Dates».
Ha habido opiniones de todos los gustos sobre la asistencia del guitarra de Barón a ese programa.
Unas han sido más duras que otras, y algunas tan, tan comprensivas con su «vida privada», que no estoy muy de acuerdo con ellas.
Porque, señores, cuando tú apareces en un programa de televisión, que es «PÚ-BLI-CO» por simple definición, estás asumiendo el parecer de ese público al que va dirigido el susodicho programa y te expones a sus opiniones y comentarios.
Máxime cuando ese programita es de cotilleo, absolutamente, como lo son el despreciable “Sálvame” o el aborrecible “Gran Hermano”.
No me vale el argumento de: Si quieres buscar pareja, ¿por qué no vas a ir a un programa como ese? Yo repito que hay muchas app para ese fin, que son privadas y mucho más efectivas porque puedes elegir con quién quedar de una forma totalmente “privada”.
En ese bodrio televisivo te emparejan con quien les viene bien para que haya morbo, un gordo con una chica pequeñita, un calvo y viejo con una choni, etc., etc.
No sé lo que pagarán por la asistencia al “show” pero imagino que muy poco.
Sé fehacientemente que Armando no necesita dinero como para haber aparecido ahí.
Dinero le sobra -claro, que se le puede aplicar el dicho ese de  ‘era un hombre tan pobre que solo tenía dinero’-. Sí, esta es una puyita, lo sé, pero no por eso menos cierta.
Este chico lleva una deriva vital totalmente caótica. Está divorciado, ha tenido varias parejas, está harto de los bolos cada vez más cutres de Barón, harto de depender de su hermano, etc. y necesita “foco” para su ego.
Lo ha intentado con ese penoso producto -“Armando Rock”- que ha sido un verdadero fracaso.
Y como no tiene el desparpajo ni los güevos de un Fortu (cantante de Obús) como para tirarse de un trampolín o pasarlas putas en una isla, pues ¿dónde va a ir? Ya lo hemos visto.
Siempre he declarado mi admiración y respeto por sus cualidades como músico y guitarra, pero Dios da talentos y niega otros.
No por ser bueno en la música tienes que ser una persona interesante. Toqué una temporada con un pianista que interpretaba temas de Oscar Peterson y te hacía literalmente llorar de emoción, pero cuando abría la boca echabas a correr porque era un verdadero zote como ser humano.
Si Armando hubiese acompañado a su talento musical el don de gentes, la empatía, el sentido del humor y, sobre todo, LA GENEROSIDAD, COMPRENSIÓN Y APOYO A SUS COMPAÑEROS, que nunca tuvo, habríamos tenido aquí a nuestro Sir Eric Clapton español.
Pero como antes dije: Dios da talentos y quita otros y ‘lo que no pué ser, no pué ser, y ademá é imposible’.
Me voy a desayunar a la chocolatería de mi barrio y a cabrearme leyendo el periódico con las noticias del ‘Puigdemonio y su puta madre montada en bicicleta’.
Buenos días.»

  • Posteriormente, cuando alguien le reprocha a Sherpa -en el muro de Facebook- ser «muy duro» con estas palabras, el bajista contesta:

«Una cosa es ser duro y otra cosa es ser claro; si eso resulta duro, pues… lo siento amigo. Ellos (se refiere a los hermanos De Castro) jamás han sido benévolos conmigo, más bien al contrario.»