La historia de Silent Scream es la del guitarrista Chus Corral, quien en 2001 dio a luz a esta formación de Barcelona, lanzó un LP –“Teoría de cuerdas”- en 2010 y, tras una etapa de silencio, la banda ha renacido ahora con el lanzamiento de tres sencillos que, con otro tema nuevo próximo a salir, darán forma a un EP.
Es lo primero que nos confirma nuestro entrevistado, Chus, quien hace gala en toda la conversación de un gran sentido del humor. ¡Así nos gusta!
por Jon Marin
Chus Corral: -En nada sale “Contra el olvido”, nuestro primer EP. Llevará una intro, un tema nuevo y los tres singles que ya conocéis. (“Renacer”, “Ave Fénix” y “El umbral eterno”). Luego seguiremos sacando canciones sueltas, que es lo que nos divierte. Y cuando tengamos suficiente ruido acumulado… ¡bum!, lo convertiremos en un LP.
Dada la noticia, viajemos al pasado. Coméntanos sobre la formación de la banda y los comienzos.
-Silent Scream empezó en 2001 por culpa de Lluís (batería). Nos conocimos en la universidad y quedamos un fin de semana para estudiar… pero acabamos tocando hasta las tantas. A partir de ahí, fue inevitable: se sumaron Xavi, su hermano, y Dani Alpañez, un amigo mío del colegio con quien ya compartía la obsesión por la guitarra. Desde el primer día tuvimos claro que queríamos hacer algo potente y diferente, y que no íbamos a parar hasta conseguirlo.
Fue en 2010 cuando conseguís sacar vuestro primer disco, “Teoría de cuerdas”. ¿Por qué ese título, era muy guitarrero?
-Sí, suena guitarrero, ¡soy el culpable! Pero en realidad era un juego entre la física y la música. Siempre me gustó pensar que nuestras canciones vibraban como esas cuerdas invisibles que dicen que sostienen el universo… ¡Aunque en el local de ensayo vibraba más la pared del vecino!
¿Qué opiniones recibisteis del público y los medios especializados entonces?
-A mi madre le encantó. Y cuando logre que también le guste a mi suegra, consideraré que hemos triunfado.
-Ja, ja…
¿Acabasteis satisfechos con el disco en general y los resultados?
-“Teoría de cuerdas” fue una gran experiencia y aprendimos muchísimo, pero el sonido no quedó como esperábamos. Siempre me quedó la sensación de que esas canciones merecían sonar mejor. Por eso, “Renacer” fue casi una redención personal.
(“Renacer” es el primer tema lanzado en la etapa actual).
¿Por qué a los dos años de lanzar el CD se paró la carrera de Silent Scream?
-Primero se fue Daniel Alpañez y, aunque intentamos seguir, no era lo mismo. Luego Dani Claramonte desapareció del mapa. Probamos algún sustituto, pero no funcionaba. Al final, los hermanos Cano me dijeron que esto no tiraba. Yo me negaba a aceptarlo, pero me quedé solo. Muchas ideas, canciones y proyectos quedaron en silencio. Pero mira: aquí estamos otra vez gritando.
Así es, doce años después retomas el proyecto. ¿No estuviste en otras bandas o actuaste en solitario durante ese periodo intermedio?
-Nunca dejé de tocar ni de componer, pero no me enganché a ninguna otra banda. Silent Scream era como ese amor imposible que sabes que, tarde o temprano, tienes que volver a intentar.
Y ahora te has lanzado de nuevo a ese ‘amor imposible’ por…
–Porque el grito nunca se apagó.
¿Podemos hablar de Silent Scream como un grupo con alineación fija?
–No, la formación cambia. Ya sabes, algunos músicos se escapan, otros vuelven y otros simplemente no sobreviven a los ensayos.
Entonces, ¿habrá conciertos o se trata de una banda de estudio?
-Ahora mismo no hago conciertos. Tengo dos pequeñas rockeras en casa, de dos y cuatro años, y prefiero disfrutar cada momento con ellas. Ya habrá tiempo de volver a llegar de madrugada o vivir en una furgoneta. Por ahora, el ruido más bonito lo tengo en casa.
En estos momentos muchas bandas piensan que es una pérdida de tiempo y dinero editar sus discos en formato CD y se conforman con la vía digital. Otros, si fabrican, lo hacen sólo en vinilo. ¿Cuál es la postura y la idea de futuro de Silent Scream respecto a esto?
-Lo digital tiene su lado cómodo, pero también cruel, porque te tiras horas grabando, mezclando, componiendo… y en cinco minutos tu canción ya está compitiendo con un youtuber comiendo chili. Antes la gente ponía un disco y se sentaba a escucharlo; ahora, si no haces un reel, parece que no existes. Pero si la gente lo pide, habrá formato físico, porque al final lo importante es seguir conectando, no sólo sonar.
Volvemos a los tres temas presentados hasta ahora en la nueva etapa. Háblanos un poco sobre ellos.
–“Renacer” es nuestra carta de presentación, una forma de decir: ‘Eh, hemos vuelto y esta vez vamos en serio’. Musicalmente es rápido, directo y melódico, un auténtico chute de energía. “Ave Fénix” trata sobre el duelo y la pérdida, pero también sobre cómo levantarse y abrazar la vida con fuerza. En lo musical, bebe de Avantasia, Children Of Bodom y Malmsteen combinando melodía y potencia. Y “El umbral eterno” nació porque queríamos un tema lento dentro del repertorio. Es nuestro lado más sinfónico, con un aire cósmico y trascendental.
(Continuará).