Todavía seguimos con la resaca del éxito de ‘The Dirt’, la película biográfica sobre las andanzas del grupo norteamericano Mötley Crüe. La implantación masiva del modelo de negocio de Netflix en España ha sido tan reciente y exitosa que uno de los títulos producidos por el canal que más se ha beneficiado de semejante impacto ha sido el film sobre el cuarteto de Los Angeles. Ahora que todos opinan sobre los Crüe, cabe recordar que muchos veteranos ya los conocían con anterioridad, incluso desde aquellos tiempos en que algunos decían «los Monley» en lugar de «los Mötley». Costaba pronunciar bien el nombre de la banda, pero no así apreciar su música y tratar de imitar su estética.

Aunque no tocaron en España hasta el año 2005, la formación de Vince Neil, Mick Mars, Nikki Sixx y Tommy Lee dejó una profunda huella en buena parte de los aficionados locales al Hard Rock americano durante los años 80. Tal es así, que antes de que ‘The Dirt’ les pusiera de moda, ya existía un bar en el barrio de Aluche bautizado con el sonoro nombre de Sixx Rock en honor al bajista de la banda. El local funciona a pleno rendimiento desde hace unos tres años y se encuentra en la calle Illescas, 100, prácticamente al lado de otro lugar dedicado a los sonidos duros: el Viking Rock. En la misma acera, Viking Metal y Glam Rock… Qué maravilla de modélica convivencia rockera. No es Sunset Boulevard, de acuerdo, pero cómo nos gustaría…

Las primeras estrofas del tema ‘Moonchild’, de Iron Maiden, asoman desde el vestíbulo de este local dedicado al Hard Rock clásico y los años dorados del Heavy Rock más comercial y accesible, melódico y lleno de glamour y peligroso atractivo. Un gran mural preside uno de sus rincones, con la imagen en graffitti de los cuatro héroes de ‘The Dirt’. Justo enfrente se despliegan un par de paredes de ladrillo con los logotipos de varios de los grupos fundamentales del movimiento, como Accept, AC/DC, Aerosmith, Dio, Faster Pussycat, Guns ‘n Roses, Kiss, Metallica, Poison, The Rolling Stones, Scorpions o Twisted Sister. ¡Incluso el anagrama de los nacionales Burning nos pareció ver!

Nombres propios que están dentro de una misma línea, pero todo bastante heterogéneo, como de hecho lo es la música que se escucha en el Sixx Rock. En la pantalla de televisión se suceden los vídeos de iconos como Paul Stanley o David Coverdale, de Whitesnake, mientras los clientes charlan junto a la barra, prueban suerte con la máquina «tragaperras», comparten mesita de tertulia y cerveza o juegan al futbolín sobre su pequeño escenario. En él se programan ocasionales actuaciones de grupos o artistas, lo que supone un atractivo más para visitar este rincón de la capital, cuyo reclamo nominal han inspirado nuestros queridos locos californianos.

Leo Cebrián Sanz