El Nu Metal ya no es New, pero sigue gustando mucho a quienes se criaron entre sus mimbres musicales. El grupo zaragozano Swim to Drown pone al día aquel sonido con una razonable dosis de actualización -llámenlo Metalcore-, tras haber tomado la trascendental decisión de cambiar de nombre para así iniciar una nueva etapa. La formación, que antes se denominaba Flytrap, sigue enriqueciendo su sonido con las tendencias metaleras más contemporáneas, aunque su imagen remite a otras décadas -todas ellas recientes-.

Comenzaron a funcionar como colectivo artístico a partir de 2015, siendo un año después cuando firmaron sus primeros veintidós minutos de música con las seis pistas de un homónimo EP. Su lista de reproducción de vídeos oficiales consta de cuatro títulos: el lírico ‘Paper boat’ -con la colaboración de Víctor, de Nuestroctubre- (single de su debut en estudio), ‘Class trial’ y ‘Double edge’ -las dos del referido mini-álbum- y el posterior ‘Nightingale floor’, que data de 2019 y fue el tema de impacto de su disco ‘Fortress’, financiado mediante una campaña de micro mecenazgo.

Como la cosa de los directos sigue evolucionando favorablemente -pero de manera muy lenta-, Swim to Drown no ha dudado en registrar una ‘Live Session’ para desentumecer los dedos y las voces y así prepararse para su regreso a los conciertos. Las cinco composiciones que lucieron en esta sesión de transmisión en vivo para los seguidores del Vampire Fest fueron ‘Party crusher’, ‘Rōnin’, ‘Eclipse’, ‘Nigthingale floor’ y ‘Double edge’.

El actual quinteto ha experimentado varios cambios de formación -llegaron a ser seis componentes, dos de ellos guitarras- y algún periodo de menor actividad, lo que no ha mermado sus ganas de seguir evolucionando y consolidarse como alternativa para el necesario relevo del Metal español. Entre sus últimas novedades está la de haberse convertido en la banda sonora de AWZ Wrestling, una asociación local de fomento de la lucha libre. Nos alegramos de este acercamiento al catch, porque ya era hora de que los deportes de contacto, los de no contacto y cualquiera de ellos en definitiva recurra a la música potente para dar más personalidad a sus competiciones.  

Hoy por hoy la formación de Swim to Drown está compuesta por Tony (voz), Álvaro (guitarra), Juan (bajo), Allex (batería) y Xus (DJ). La gente del Resurrection debería dedicarles un rato -o incluso un hueco en algún escenario alternativo-, ya que cumplen con todos los requisitos del evento: voces guturales y/o melódicas, ritmos heavies, líneas funkies de bajo, bases electrónicas y scratches… Han compartido escenario con la nueva hornada del sonido metalero más agresivo y actual, una camada de la que podemos destacar a Brothers Till’ We Die o Donuts Hole como vecinos de camerino. 

Leo Cebrián Sanz