Talco – Ciudad de México – Lunario del Auditorio Nacional – 18 de noviembre de 2018

El clima ventoso de la ciudad fue el recibimiento para aquellos que desde antes de las 5:30 p.m. ya estaban esperando el acceso al Lunario para poder ver a Talco, banda italiana de Ska Punkchanka, que por primera vez pisaba suelo mexicano

Llegó público de todas las edades; familias con bebés, niños, parejas, pero todos esperando con ansias por escuchar a los italianos.

A las 6:30 p.m. empezaron a sonar los instrumentos de The Koartadas, banda mexicana de Punk Rock, que fue una de las dos que tocó antes de ver a la banda italiana, presentando parte de la discografía de “Sigue vivo”, dándole la bienvenida con ello al público que seguía llegando.

Media hora después, Fireage, banda panameña de Pop Punk, tomó el escenario, terminando de preparar a la gente con sus temas como “Ella se mueve bien” y “Mi última oportunidad”.

El ánimo de la gente había permanecido bajo durante ambas presentaciones, quizá por desconocimiento de los grupos, o simplemente para reservar las energías para desatarlas en el evento principal, pero no por ello sin perder el ambiente que habían creado. Ligeros cabeceos meneándose al ritmo de las canciones. Ambas presentaciones dejaron un buen sabor de boca entre la gente, a pesar del corto tiempo que estuvieron.

En los lapsos de preparación de bandas, poco a poco fue terminado de llegar la gente llenando el recinto. Cantando a coro por Talco, el ánimo de la gente terminó de subir.

A las 8:00 salió Talco a tocar por casi una hora y media, canción tras canción, animando a su público desde la primera.  “Bomaye”, “St. Pauli”, “La verità”, “Tortuga”, “Punta raisi”, “Nella strada”,  “Danza dell’autunno rosa” y más provocaron que el ánimo de la gente explotara.

El slam se armó no una ni dos, sino varias veces durante la noche, alentados por la banda. Gritos, coros, alcohol corriendo, una bandera mexicana volando al escenario y el público entregado a lo que escuchaba y veía.

Antes de abandonar el escenario la banda salió una vez más, usando máscaras de lucha libre, agradecidos con el púbico, para bajar a convivir con la gente, dándole fin a una noche llena de Ska.

  Texto y fotos: Karen Velázquez