Pese a su nombre en inglés, The Clams es hoy por hoy una banda de Soul y Rhythm and Blues que interpreta sus letras en castellano, tal y como se aprecia en su último disco hasta la fecha: ‘Déjà Vu’ (2016), una sesión de doce composiciones de música con alma y mucha entrega y actitud. Aquel fue el momento elegido para el cambio de idioma, ya que cuatro años antes habían publicado las cinco canciones del EP ‘She Can Do It!’.

El grupo está formado por siete mujeres: Marina Blanot (cantante), Henar Lastres (guitarra), Sylvia Hernández (bajo), Maylin Johoy (batería) y Laura Nadal (teclado), además de una sección de vientos integrada por Katia Fernández (saxo) y Almudena Usero (trompetista). En un inteligente planteamiento que garantiza la supervivencia de la formación, “Las Almejas” adapta su repertorio -buena parte de él constituido por grandes clásicos de los estilos citados- a fórmulas paralelas como las desarrolladas en su encarnación como Soul Sisters o los espectáculos monotemáticos “Mujeres del Soul” y “Música por la libertad”.

Las madrileñas ofrecieron recientemente un concierto en la sala Clamores de la capital, con una muy buena entrada de público y la constatación de que han logrado una cierta fidelización en su audiencia. Hubo adaptaciones de Aretha Franklin, Nina Simone, Tina Turner o Dolly Parton, bien recibidas por una parroquia que también parece valorar y apoyar en su justa medida los temas originales de su repertorio. Su presentación en escena resulta atractiva, ya que todas las músicas se uniforman de la misma forma, a modo de esas grandes orquestas que respetan escrupulosamente el código de vestimenta.

Llevan más de diez años defendiendo esta apuesta íntegramente femenina, a la que ocasionalmente incorporan las pertinentes influencias del Funk y el Rock. Se conocen a la perfección el circuito de clubes de Madrid ciudad y han participado en numerosos festivales, ciclos estivales de música en vivo y convocatorias de naturaleza bien diversa, tanto en su Comunidad como en plazas externas como Guadalajara, Segovia, Logroño o Baeza (Jaén).

Leo Cebrián Sanz