Nunca habíamos asistido a un estreno de esa naturaleza, pero la pasada semana tuvimos la suerte de comprobar «en vivo y en directo» cómo recibe por primera vez un artista el fruto físico de su trabajo. Habíamos pasado la mañana con Gaby de Val charlando de mil y una historias cuando minutos antes de marcharnos le llegó la primera tirada de su nuevo CD: ‘The King Ocelot’. Justo en ese momento nos estábamos despidiendo y el momento resultó emocionante -¡tanto que hasta se nos cayó el suelo el ordenador (que por cierto se encuentra perfectamente… cosas de los dioses protectores del AOR)!

Para entonces la vocalista de la banda ya nos había regalado una de las 300 copias de su single de adelanto del disco, compuesto por dos temas: ‘Say goodbye’ y la versión acústica de ‘Up to where U are’, tema que en su día formó parte del disco ‘Heading For The Surface’, editado en 2014. El sencillo se publicó el pasado 31 de mayo y fue el avance de un álbum que consta de catorce temas: ‘Electric jungle’, ‘Crying on the bedroom floor’, ‘Crazy world’, ‘Symphony’, ‘Son of mine’, ‘Lilly and the old man’, ‘Inner voice’, ‘High heels’, ‘Wings for an angel’, ‘Save a little love’, ‘Kill the noise’, ‘You break the silence’, ‘Say goodbye’ y ‘King Ocelot’.

The Val es un quinteto que basa su prestigio en el trabajo común de dos de sus piezas fundamentales -la voz y los coros de Gabrielle de Val y las guitarras, los arreglos y la producción de Alfonso Samos-, con el apoyo fundamental del bajista Alex Morell, el batería Rubén Berengena y el teclista Tony Ortega. Gaby y Samos llevan juntos toda una vida artística, desde los gloriosos tiempos de Yin-Yang, una de esas formaciones de finales de los años 80 en el Madrid heavy-rockero que tanto alegraron nuestra adolescencia y juventud. Las maquetas de aquel grupo sonaron hasta la saciedad en algunos programas especializados -más incluso que algunos discos distribuidos en vinilo o cassette-, pero sus canciones nunca llegaron a un soporte físico comercial, por lo que Yin-Yang se quedó en un eterno «If…» («Y si…»).

Por fortuna, a veces el tiempo  pone las cosas en su sitio y el tándem De Val-Samos, junto al teclista David Criado, prolongó la historia de Yin-Yang y los posteriores D’Val con un deslumbrante regreso como The Val. El disco ‘Back’ (2011) proclamaba desde el propio título el deseo del grupo de volver a la actualidad para quedarse y encarar una etapa definitiva de estabilidad y creatividad. La respuesta del público y la crítica fue coincidente e incluso Europa se rindió a la calidad de sus canciones. Dos años después giraron por el Reino Unido, mientras la prensa específica del mundillo AOR y Hard Melódico abría sus páginas a esa sorpresa que venía del sur con el perfecto inglés de su vocalista como franquicia para el mercado internacional.

The Val es hoy por hoy una banda asimilable a cualquier referencia internacional del género. Compite en la primera división de su liga con una enorme solvencia, aunque se toma su tiempo para ofrecer productos que le permitan jugar de igual a igual en el Reino Unido, Alemania -país natal de Gaby- o Japón, por citar tres de sus mercados más agradecidos. La producción de ‘King Ocelot’ cumple con los exigentes cánones de uno de los estilos musicales del Rock más exigentes, además de presentarse con una portada que recuerda a aquellas otras de Carlos Santana que tanto gustaban en la década de los 70.

Leo Cebrián Sanz