Albacete, ciudad de moda dentro de la música dura gracias a Angelus Apatrida, y dentro de poco también por la aportación de Trankimachine. El cuarteto se formó en 2014 y se encuadra dentro del Hard Rock y el Heavy Metal, con asumidos coqueteos con otros estilos. Tome usted la medida de los años 70 y a partir de ahí caerán las décadas que han influido en la música de este grupo inspirado en el famoso medicamento Trankimazin, uno de los ansiolíticos más vendidos en las farmacias.

Su primer álbum, de título homónimo, lo presentaron tres años después. No giraron para presentarlo por los cambios sufridos en la formación, siendo de hecho en 2019 cuando se produjeron las últimas altas y bajas. Los nombres propios que han dado vida al más reciente «Stress» son Felipe Sahuquillo (compositor principal de la música, guitarra eléctrica, rítmica y acústica… y único integrante que continúa desde el inicio), Santiago Barbero (voces y también letrista junto a Sahuquillo y Jose Maria Añon Molina «Khaz», uno de los ex-componentes), Miguel A. Rueda (guitarra eléctrica y rítmica) y Francisco Muñoz (batería). El bajo en cabina lo ha tocado Rubén Martínez, siendo el productor Yone Martínez quien ha grabado, producido, mezclado y masterizado el álbum en los Saffron Studios.

Interpretan sus canciones en inglés, con títulos como ‘Trankimachine (Stress)’, ‘To leave the stress behind’ o, agárrense, ‘Odyssey about the five bravely brave warrios versus the one eyed ragging cyclops’. Su sonido ha madurado, al igual que unas letras que igual indagan en sus propias experiencias que en situaciones imaginarias que perfectamente se pueden hacer reales de la vida cotidiana. En su página de Facebook y YouTube pueden escucharse sus versiones de Judas Priest, Kiss, Megadeth o Metallica. Su segunda casa para los directos es la sala Who’s Tommy, en la propia Albacete.

Leo Cebrián Sanz