En Bilbao puede estar el gran vocalista de Rock que necesita nuestro panorama. En 2017 ya lo demostró con un primer disco de siete temas titulado “Carreteras Secundarias”, en el que por ejemplo colaboró su adorado Luter. Con él compartió un primer single, “A diez mil Km de aquí”, al que siguió “Mientras duermen las horas”, junto a otro buen amigo llamado Marcos, de Gritando en Silencio.

El vocalista y guitarrista hizo la presentación acústica de este álbum en Madrid, donde por cierto versionó una de mis canciones favoritas de todos los tiempos: “Abrázame”, de Doctor Deseo, y otra que tampoco está nada mal: “Estadio Azteca”, de Andrés Calamaro. Con semejante buen gusto, Txabo ha vuelto a construir sus propias composiciones en un proceso de elaboración que ha llevado su tiempo, pero que por fin está floreciendo cual almendros en primavera. Para ello ha contado con la ayuda técnica de Rubén G. Mateos, su hombre de confianza en el estudio.

“Ahora no sé qué decir” y el más reciente “Hoy” dan la pauta de su segundo capítulo, en el que vuelve a estar presente su música de autor, que el propio protagonista define de este modo: “Rock de herencias callejeras (…) sonidos característicos del Folk Rock y la mezcla entre guitarras acústica y eléctricas”. Tenemos hasta una alternativa identitaria: “energía rockera, medios tiempos con aires Folk-Rock y momentos más acústicos a corazón abierto”.  Txabo busca la simplicidad en las letras, que siempre trata de llenar con emociones y matices.