Nunca había entrevistado a El Drogas y no me defraudó. Algo tienen estos rockeros navarros que les hace tan cercanos y afables. Supongo que si vivieran en Madrid u otra gran ciudad tendrían una actitud distinta y estarían muy pagados de sí mismos, pero la cosa es que el alejamiento de los medios y la farándula urbana y nocturna les conserva en un razonable estado de forma anímico y mental. Enrique nos recibe en la misma sala de prensa -ahora muy mejorada- en la que hace años tuvimos la oportunidad de preguntar a Kutxi por su disco de flamenco. Enrique Villareal esta acompañado de su «socia», a la que presenta como tal (la famosa «socia», pensamos nosotros, ésa de la que tanto habla en las entrevistas cuando le preguntan por temas más  personales).

El Drogas lleva varios días presentando su disco en directo y DVD «Un día nada más» y está eufórico. Como la nuestra es de las últimas visitas de dos jornadas de agotadora promoción, el que fuera líder compartido de Barricada agradece de algún modo que no le hagamos las clásicas preguntas sobre el motivo que le ha traído hasta las oficinas de la compañía Warner en la capital.

Esa misma tarde este veterano icono de nuestro rock autóctono tenía cita con sus seguidores en la Fnac de la calle Preciados, para una firma de discos con acústico incluido. El formato utilizado en esta tercera fecha de las  ocho totales previstas dentro de la minigira de presentaciones en centros comerciales se antojaba de lo más apetecible:

«A mí una firma me parece aburridísima. Entonces hace años comenté de hacer acústicos con Barricada en las tiendas. Ahora ya lo hace todo el mundo, que además me parece bien. Pero para ofrecer algo distinto yo llevo una guitarra acústica y un piano, y hago cinco canciones con cada instrumento. Lo hago yo solo, interpretando a otro personaje. Es algo especial. Alrededor mío procuro que no haya dos cosas que sean iguales. Algunas veces son parecidas, pero iguales nunca».

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El afecto de los fieles a El Drogas sigue latiendo muy fuerte en su tierra natal, y «Un día nada más» es la constatación definitiva. Pamplona ha agotado ya las dos fechas de su gira de presentación del disco, en lo que supone una demostración más de la relación de fidelidad entre el artista y sus vecinos rockeros. ¿A qué se debe este romance continúo con tu gente?:

«Pues yo tampoco tengo mucha explicación, La verdad es que me encuentro muy arropado allá. Siempre he notado ese buen trato que la ciudad me ha dispensado con mis diferentes proyectos. No sé, de algún modo para mí es un placer poder revertir esa historia en un espectáculo como ha podido ser éste».

En Madrid han propuesto los fans de Rosendo que se inaugure una estatua en su nombre, pero el maestro ha declinado amablemente el ofrecimiento. ¿Crees que Navarra puede terminar homenajeando a sus héroes populares con una calle o un reconocimiento oficial?

«Realmente bastante me homenajeo yo a mí mismo en cada «bolo». El auténtico homenaje es poder dedicarte en este país a algo que te gusta. Es increíble. No sé porqué me ha tocado a mí, porque no he hecho nada para ello. Pero así es. Yo con eso me doy por satisfecho, con conocer a la gente que voy conociendo en el camino. No hace falta que ningún Ayuntamiento o institución haga nada. Ellos tienen que estar por lo que tienen que estar, que la vivienda sea lo más barata posible para los vecinos que no puedan acceder de una manera normal, que haya empleo… en fin, que tengamos todo más sentido común. Lo demás ya vendrá».

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La devoción de los seguidores más acérrimos tiene su reverso en las críticas que a veces surgen al enfoque de los proyectos de los artistas o grupos. La presencia de determinados invitados en la lista de colaboradores de los conciertos registrados el pasado 6 de julio en Pamplona han generado alguna suspicacia.  Hay quien no se explica en el elenco la presencia de reconocidos «poperos» como Iván Ferreiro o Leiva. ¿Fueron una imposición de la compañía al ser compañeros de catálogo en Warner?

«Bueno, hay quien habla de otros y también quien dice que faltaron otros. Esto lo llevé yo personalmente. Mis invitados son mis invitados. Hay gente que me da igual que cante la canción para fuera, que la cante para adentro, que cante de espaldas… Me es igual.  Tienen que estar y ya está. ¿Que han mejorado o no la canción? Tampoco lo busco. Era una fiesta que se lleva a cabo de esa manera.  Luego hay gente que se centra más  y otros que se centran menos. Pero vamos, que alguno me ha devuelto la que yo le hice en su directo. Alguna ya he hecho (risas)».

El Drogas recuerda con especial cariño su anécdota con Rosendo en la grabación de su disco «En Las Ventas 27-9-14»: «Yo iba preparadísimo y hay una foto en la que salgo con él riendo en la que le estoy diciendo: «joder, con lo preparado que lo tenía y en lugar de cantar la tercera estrofa he repetido la segunda. Le pregunté si quería que hiciésemos recording, pero me dijo que no, que se quedaba igual. Son momentos en que sales como una moto, de cero a cien en nada. Y luego cuando estás a cien, te tienes que ir».

Suponemos que uno de los momentos más especiales debió ser la interpretación de «Frío», compuesta por Manolo Tena durante su estancia en el grupo Alarma. Tena murió apenas tres meses antes del evento, por lo que su recuerdo debía estar más vivo que nunca. Sin embargo, muchos chavales jóvenes creen que tú eres el autor de la canción:

«Sí, hasta yo a veces pienso que es mía. Para mí Manolo es el compositor de una de las mejores canciones junto a Jaime Asúa. Jaime tendría que haber estado. Con él tengo amistad y con Barricada alguna vez hemos tocado esa versión de «Frío». No pude dar con él y es uno de los personajes que se me ha atravesado al no haber podido contar con él. Forma parte de mi historia desde que grabó los coros del directo de Leño en la sala Carolina. También en ese disco estuvo Luz Casal y por eso la llamé para el mío. Yo a ella no la conocía personalmente hasta que Rosendo me invitó a Las Ventas a cantar con él. A veces lo hablo con mi socia: nosotros son «rosenderos», pero sobre todo de Leño».

En la segunda y última entrega de la entrevista El Drogas opina sobre su carrera literaria, la edición en vinilo de sus discos, la importancia de Brigi como parte fundamental de su proyecto, su condición de banda telonera de nuevos grupos masivos como La Raíz y, por supuesto, se «moja» sobre la ya famosa entrevista con la que el suplemento Jot Down consiguió que «El País» levantara el veto a la música rock del insigne autor de «Azulejo frío» o «Peineta y mantilla».

Leo Cebrián Sanz

Fotografías: Diego Cebrián Aguirre.