A comienzos de los 90, la revolución estética y conceptual que proponía el movimiento artístico y musical conocido como Grunge tuvo también su reflejo en el cine. El encargado de plasmar ese momento concreto de la ciudad norteamericana de Seattle fue Cameron Crowe, «uno de los nuestros» dentro del cine comercial estadounidense.

El autor de ‘Jerry McGuire’, ‘Vanilla Sky’ o «Casi famosos» venía de un pasado como reportero musical en la revista The Rolling Stone y siempre ha demostrado un especial tacto y talento a la hora de abordar la música en sus producciones, tanto desde el punto de vista del acompañamiento sonoro como de cierto eje argumental.

La música de ‘Singles’ era un homenaje directo a la ebullición creativa de la capital emblemática del Grunge. Los propios Pearl Jam hacían un glorioso cameo como compañeros de banda de uno de los protagonistas, Matt Dillon, que bordaba el papel de atolondrado vocalista de un grupo de Rock alternativo llamado Citizen Dick. Formaciones como REM, The Cult, Mother Love Bone, Mudhoney o Jimi Hendrix eran la banda sonora que acompañaba a los vaivenes existenciales de estos «solteros» que se resistían a pasar a la edad adulta.

Vista con la perspectiva del tiempo, ‘Singles’ tiene mucho de visionaria y precursora respecto a series de televisión como ‘Friends’ o «Cómo conocí a vuestra madre». Aún no había llegado Internet, pero sus personajes ya se comportaban como millennials.

Miraban a la cámara para describir sus vidas y sentimientos, planteando -eso sí- algunos de los problemas personales que ya se generalizaban en los 90, como los conflictos de pareja o la inserción de una cierta rebeldía juvenil en el seno de una sociedad capitalista. Citas concertadas antes del Meetic o Tinder, mandos de garaje, contestadores automáticos, operaciones de aumento de pecho, pruebas de embarazo… ¡todo muy nineties!

Los guapos y guapas que convertían ‘Singles’ («Solteros», en inglés) en una película generacional y representativa eran los hoy casi desaparecidos Bridget Fonda, Campbell Scott y Kyra Sedgwick.

Dos de los protagonistas se conocen en un concierto de Alice in Chains, un buen escenario de fondo para hacer una semblanza indirecta del mágico instante en que Seattle era una fiesta. Chris Cornell, el fallecido cantante de Soundgarden, no sólo actuaba junto a su grupo en otra de las secuencias, sino que incluso protagonizaba un divertido momento de ficción junto al enorme Matt Dillon.

La edición española del DVD incluía varias escenas suprimidas y el trailer cinematográfico.

Leo Cebrián Sanz