El activismo siempre conlleva riesgos. Lo sabe muy bien Mafalda, la banda feminista de Rocktizaje, que acaba de verse inmersa en una polémica que no ha nacido del propio colectivo. El asunto resulta complicado, por cuanto ha sido Arran, la organización juvenil de la izquierda nacionalista catalana, la que ha utilizado una de sus canciones para poner música a su última acción reivindicativa.

A raíz de la polémica sentencia sobre el caso de «La Manada», varias personas encapuchadas han atacado esta pasada madrugada los juzgados de las localidades de Gavà, Granollers y Sabadell, todas ellas en la provincia de Barcelona. La violenta protesta, que denuncia la «justicia patriarcal», está siendo difundida mediante un vídeo publicado en el Twitter de Arran Països Catalans. En él se aprecia cómo se rompen a martillazos los cristales de acceso a uno de los edificios y se efectúan varias pintadas, mientras de fondo suena la canción «En guerra», del disco «Nos Deben Una Vida», editado en 2014.

La noticia ha saltado a los medios generalistas, que por fortuna de momento no parecen haber identificado el origen de la canción. El grupo Mafalda no se ha manifestado hasta ahora a favor o en contra de este uso, que en cualquier caso entendemos que debería haber sido consultado a los creadores del tema, si es que no ha sido así.

La sensibilidad social respecto a lo sucedido con el caso Pamplona ha despertado las conciencias del ala más radical del feminismo, que en algunos casos está rozando límites hasta ahora desconocidos. Las pintadas realizadas en las puertas de las sedes judiciales se limitan a reflejar lemas como «Esto es una guerra» o «Contra la justicia patriarcal, defendámonos juntas», pero también hace unas horas se han colgado de varios puentes catalanes cinco muñecos a modo de cadáveres. El simbolismo, que ya se vio en una intervención similar durante el juicio en la propia capital navarra, hace referencia explícita al destino deseado a los jóvenes acusados de la violación de los Sanfermines.

En este contexto de indignación hay que entender lo ocurrido, pero lo primero que nos ha llegado a la mente al ver las imágenes es si Mafalda aprueba una utilización tan explícita de su música, o si por el contrario su canción ha sido aplicada sin la autorización previa de sus autores. Algo así puede beneficiar o perjudicar a la causa feminista -opiniones hay para todos los gustos-, pero sólo perjudicar o estigmatizar en exceso a artistas o grupos como el valenciano, que tanto están haciendo por concienciar en el feminismo desde un punto de vista no partidista o de identidad nacional, sea ésta la que sea.

Leo Cebrián Sanz