No tenemos más datos que los de la observación directa y una breve conversación con el vigilante de la obra, pero la realidad es incontestable. El lugar que ocupaba la sala Sound Stage, en el número 5 de la madrileña Avenida del Brasil, es ahora un enorme vacío que al parecer se destinará a la construcción de un auditorio. Este local, que durante años ha servido de hogar a numerosos conciertos de medio aforo, ha sido derribado por completo y ni siquiera quedan en pie las famosas columnas que entorpecían la visión del escenario.

La antigua sala Lemon estaba situada junto a la legendaria Moby Dick, que aún sigue funcionando con buena salud comercial, y la muy pujante Rockville. Hasta allí nos dirigíamos para ver el espectáculo de Pardaos, grupo tributo a Los Suaves, que ayer jueves 6 de agosto actuaba en el marco de una semana entera de conciertos programados por la promotora A Tope Producciones, de nuestro compañero Juan Antonio Nieto. Tras Weirdom y Pardaos, hoy será el turno de Bedlam Queen en acústico, el sábado llegará la noche metalera con KyloWatios y Kybalyon y ya el domingo culminará el ciclo con Ama! Tributo a Extremoduro.

El relevo ya se estaba produciendo a efectos de competencia en materia de agenda de directos, pero la desaparición de Sound Stage deja el campo abierto a que sea Rockville la sala que se haga con la rutina de conciertos en vivo en esta zona de Madrid. La cercanía del estadio Santiago Bernabeu y la facilidad de acceso y aparcamiento convirtieron los últimos años la zona de la Avenida del Brasil en un espacio propicio para el ocio cultural, que esperemos que no decaiga en cuanto se normalice la situación de la hostelería nocturna en la ciudad.

Leo Cebrián Sanz