Siguen llegando a nuestros oídos algunas de esas nuevas y eclécticas formaciones que tan frecuentemente vemos en los carteles de los festivales más abiertos a todo tipo de estilos. Una derivada de esa normativa son los grupos que interpretan en valenciano, y que ya constituyen un movimiento musical que casi se diría sociológico de identificación con toda una generación de contestatarios levantinos.

Este numeroso combo edita su tercer disco tras un EP y un doble single iniciales en 2014 (’15-Net’ y ’30-Net’) y los largos ‘Travesses’ (2015) y «Actitud» (2016), en un momento en que su sonido comienza a popularizarse gracias al éxito masivo de La Raíz, el reconocimiento tardío de las excelencias de La Gossa Sorda y el empuje desde el Rap de Zoo y desde la orilla del Mestizaje de otros compañeros como Auxili o Mafalda. En este barco de Rock, Reggae, electrónica y Rap viajan juntos Dani Redondo (voz), Paz Vayà (voz), Víctor Ferreró (guitarra), Toni Ramírez (bajo), Carlos Esteban (batería,) Álvaro Lorca (teclado), Agustín Expósito (percusión y voces) y Carlos Zapater (DJ).

El productor de varios de estos nombres, Sam Ferrer, vuelve a ocuparse del trabajo en estudio de una grabación que sólo ha salido de la Comunidad Valenciana para la mezcla en los navarros estudios Sonido XXI, con Javier San Martín en los créditos. El resto del trabajo se ha realizado en los ZStudios de Mislata (Valencia) y WZ Estudi (Borriol, Castellón), masterizando el resultado final en los también valencianos Crossfade Mastering. La lista de colaboradores es también muy representativa del apego a la tierra… y ya de paso a algún compadre de otros territorios afines: Machete en Boca, Josep «Panxo» -La Raíz-, Laura Esparza o el ya ubicuo Adrià Salas, cantante de La Pegatina, que vuelve a interpretar en catalán.

El nuevo repertorio de Vadebo -cuyo nombre procede de la expresión utilizada en el juego de pelota valenciana y que significa «Va en serio»- es más directo y político que el anterior. Quizás por ello, esta vez se decanta claramente por el Hip-Hop y las bases electrónicas, en detrimento de estructuras más eléctricas y complejas.

Cuatro años de trabajo y más de un centenar de conciertos avalan a este octeto -¡¡nuevamente una banda de ocho músicos!!-, que presenta así su reflexión en torno a ‘Le Por’, «El miedo» en castellano. Su cantante Dani es quien transmite el mensaje: «Todas, en algún momento u otro vivimos circunstancias qué nos hacen sentir miedo. Por eso la banda ha querido hacer una reflexión sobre estas diferentes situaciones de miedo, de cómo paraliza, de cómo se utiliza como herramienta de control social. Pero también de cómo utilizar este miedo para reaccionar, para hacer frente a las diferentes situaciones de injusticia que vivimos en el mundo y en concreto en un contexto de ciudad, de la periferia de una ciudad cómo es València».

Y ya de paso, he aquí la justificación ideológica de su primer single y videoclip: «‘La Pols de La Por’ / «El polvo del miedo» son los conflictos bélicos, la homofobia, la xenofobia, el machismo, la transfobia, la pobreza y tantas otras circunstancias que obligan a las personas a huir de su hogar. Amigas y amigos, nuestra casa es también vuestra…».

Leo Cebrián Sanz