¿Cómo se llama el río que pasa por Chivo? El Stoner. ¿Y sus principales afluentes? El Hard, el Heavy, el Desert Rock, la Psicodelia y el Fuzz. Así explicaría un imaginario profesor de Geografía parte de la naturaleza físico del territorio Chivo, una banda vasca que lleva a gala su adscripción a los sonidos rocosos y contundentes.

El cuarteto está formado actualmente por Aitor (cantante), Fon (guitarra), J.M. Molly (bajo) y Bolo (batería). El grupo lleva desde 2004 batiéndose el cobre por todo el Norte peninsular y varios países centroeuropeos como Francia, Bélgica, Holanda y Alemania. Su nivel de especialización en unas tesituras tan concretas es tal que su primer disco -‘Swamp Of Sounds’ (Santo Grial, 2010)-, les llevó de cabeza a pequeños festivales junto a otros valores del Stoner. Ocurrió durante ese decisivo paso de década, que tanto bueno aportó al estilo con nuevos nombres y aire renovado en la siempre densa atmósfera de sus modos y maneras.

La segunda producción de Chivo se tituló ‘Cantankerous Rock’ (Capirote Productions, 2013) y con ella se presentaron en el extranjero, donde siempre han encontrado mayor acogida que en su mercado local. Su tercer disco, el recientemente aparecido ‘Waiting For So Long’, tratará de revertir la situación y enseñar a las audiencias más próximas su interpretación personal del legado dejado por referentes internacionales como los maestros Black Sabbath o sus sobrinos-nietos Alice in Chains, Monster Magnet o Kyuss.

Las décadas impares vuelven a reinar en la decena de canciones en inglés de un combo que ha conocido una actividad muy regular desde su ya lejana fundación. Quién sabe si en el futuro incidirán en el uso del euskera, como acaba de suceder con ‘Hegan egin’, uno de los temas de su flamante y autoproducido CD. Los músicos de Chivo han animado las fiestas de Bilbao con su presencia, siempre sinónimo de calidad, mientras asentaban una formación fija que ha conocido algunas puntuales altas y bajas.

Leo Cebrián Sanz