«¿Qué hace un punky con cresta en el escenario?», se siguen preguntando quienes asistieron el pasado sábado a la actuación del grupo sevillano Wild Krash en uno de los mejores horarios del festival Granito Rock celebrado en Collado-Villalba (Madrid). A primera vista, el aspecto de uno de los tres componentes de la banda podía engañar, pero pronto se vio que  su música recordaba mucho a la de unos Mötorhead de tintes más frescos y diversos -con guitarras que incluso suenan al Ozzy Osbourne de finales de los años ochenta-, por poner un ejemplo de formación propia de su devocionario particular.

Han tenido suerte los andaluces de Wild Krash al tocar en un evento tan masivo, ya que su vida es tan corta que incluso su primer concierto lo dieron el 4 de enero de este año en la Sala X de su ciudad. Aquella noche fue también la presentación de su primer y homónimo disco, compuesto por once temas interpretados en inglés. Rock and Roll sucio y Hard Rock con actitud algo Sleazy marcan la vigorizante senda del combo.

Como anécdota para su aún breve historia, seguro que su bajista y cantante Johnny Waudby no olvida que suyo fue el chaleco que lució Ralf Scheepers durante el posterior concierto de Primal Fear, ya que las estrellas alemanas habían extraviado su equipaje en uno de los dos aeropuertos de su vuelo y llegaron a la cita serrana literalmente «con lo puesto» y sin instrumentos.

Sus compañeros Viko Wild (guitarrista y cantante) y Kanina Krash (batería y coros) se lo van a recordar más de una vez cuando vean las imágenes del Granito 2018. Los tres se conocen desde hace diez años y es ahora cuando comienzan a vivir su propia aventura como feliz encuentro del Heavy Metal, el Punk y el Rock Duro que siempre les ha gustado.

Leo Cebrián Sanz