Cada día que pasa, la figura de la mujer rockera está conquistando con esfuerzo, puestos relevantes en un mundo que siempre ha sido feudo del hombre. Es evidente que el camino está siendo duro y largo, pero que esa fractura entre nuestros músicos se va equilibrando para poder disfrutar de profesionales de ambos sexos, artísticamente hablando.
Actualmente es fácil ver bajistas, bateristas, guitarristas, teclistas o cantantes, tanto compartiendo banda como en formaciones totalmente femeninas. Hablamos de perfiles que se desviven igual o más que el resto de la profesión en adquirir conocimientos para “darlo todo” encima de un escenario. El ejemplo del que os voy a hablar en este artículo es uno de ellos.
Su pasión: la voz
Fue en Madrid -un dos de agosto de esos álgidos años 80 que muchos/as hemos disfrutado con el Rock y Metal como forma de vida-, donde nació una futura cantante: Yoana Cano. Con el paso de aquellos tiempos anhelados por la mayoría, empezaba a despuntar en la capital una rockera a quien en su tiempo libre le gustaba escaparse a la playa con su mochila cargada de libros. Al mismo tiempo que recibía allí esos rayos de sol que tanto le gustan, sus ganas de saber le animaban a seguir adquiriendo conocimientos sobre el fantástico mundo del canto.
La afición de esta futura cantante novel se convierte pronto en pasión. No obstante, Yoana deja algo de tiempo para viajar, hacer deporte o acudir a clases colectivas de body combat, attack y demás derivaciones relacionadas con ese mundo, llegando incluso a hacerse monitora de spinning. El cine de humor es otra actividad que siempre que puede ocupa su tiempo. Dice que le hace desconectar de estos tiempos que corren. Y lo mismo con películas de misterio e intriga.
En la actualidad, Cano es una profesional en toda regla, se mire por donde se mire. Profesora vocal y compositora desde los quince años, la intérprete no ha parado de formar su voz junto a los mejores profesores/as de canto y en instituciones académicas donde se potencia la preparación de este tipo de músicos. Patricia Tapia, Leo Jiménez, Tanke Ruiz y Javier Domínguez “Zeta” han puesto de su parte para que Cano se supere día a día. Lo mismo ha ocurrido en materia de composición con Mónica Vélez, ganadora de dos Grammys.
Es tan alta la pasión constante de Yoana, que siempre quiere sacar lo mejor de su trabajada voz. Su lista de titulaciones es amplia en las ramas de musicoterapia y logopedia. La actualidad por parte de esta cantante pasa por terminar el Master Universitario en Terapia Vocal en la Universidad Cardenal Herrera, sumando así más adquisiciones en forma de buen saber. Ya son años recibiendo esos cursos, formaciones y técnicas de todo tipo, unos estudios que en 2021 le han permitido grabar una clase maestra para la escuela Internacional Vocal Training, ubicada en México DF, sobre materiales y tecnología para cantantes.
En 2020 participó en varias charlas en línea para la escuela internacional IVT con sesiones prácticas, añadiendo a su formación desde canto gutural a cursos de piano, armonía y lenguaje musical, logopedia práctica, Rockschool -Female Vocals- Grade 8, técnica Alexander para cantantes, certificación como formadora y vocal coach, formación en guitarra eléctrica y lenguaje musical, curso universitario de especialización en método Kodaly, master en coaching, liderazgo, control de estrés y gestión del tiempo, certificación nivel 1 y nivel 2 en Still Voice Training, improvisación a través del canto, Leadership and Management e inteligencia emocional. Creo que queda fehacientemente demostrado el nivel de estudios que tiene nuestra invitada. Hasta tal punto es así que, si quieres iniciarte en la experiencia de aprender a modelar tu voz, esta cantante te echa una mano desde su escuela Yoacanto.
Sus inicios en el Rock: la banda, Espada Sagrada. Su actualidad: los madrileños Daga
Nos remontamos a 2010, cuando nuestra activa voz decide por fin subirse a un escenario y empuñar un micrófono. Fue con Espada Sagrada, un grupo comandado por Gio Atapunta, guitarrista ecuatoriano nacido en la ciudad de Quito, quien diez años antes se había trasladado desde su país a España, donde vive hasta el día de hoy.
La primera experiencia profesional de nuestra cantante surgió en los míticos locales de ensayo La Factoría. Fue a raíz de una audición de la vocalista para el grupo Espada Sagrada. Su presencia llamó la atención y fue el detonante que completó la alineación de la banda. Salas como Excalibur, Next o las Escuelas Pías de la UNED presenciaron el rugir de un proyecto que por falta de tiempo no llegó a estabilizarse, precipitándose así su final.
Otra banda de nombre Rock Wings forma parte de la lista de formaciones musicales que vieron nacer a Yoana encima de “las tablas”. No duró mucho esa unión con los hard rockeros. En 2013 y 2014 se dedicó a cantar versiones en proyectos dedicados a las adaptaciones; incluso en nuestros días lo hace para la orquesta Sirena, con la que colabora en su interpretación del repertorio rockero que tienen definido.
La llamada de Celticröm -banda con marcadas influencias del Metal, el Rock y el Folk- encandiló a nuestra artista por ese sonido fresco, divertido y contundente de unas melodías que aderezaban con flauta y un violín. En 2017 entraron en el estudio para dejar registrado un EP con temas propios: “Oro y Fuego”. Ella y sus compañeros consiguieron tocar por Madrid y sus alrededores, dejando buena impresión ante los que pudieron disfrutar del grupo. Por desgracia, este colectivo que empezaba a despuntar en el difícil mundo de la música rockera en este país decidió disolverse.
Quizás pueda ser su buena actitud con la voz o que a ella misma le gusta estar activa. Lo cierto es que se baja de un proyecto y se sube a otro. Al cese de Celticröm, automáticamente es llamada para cofundar y llevar las riendas de una banda que está de muy actualidad. Nos referimos a los madrileños Daga.
Qué decir de este grupo, que como otros muchos está trabajando duro para llevar a los directos su flamante EP: “No Te Rindas”. Los madrileños han vivido de primera mano los sinsabores del Rock, pero no por ello desisten de seguir en la música. Metal clásico a raudales, del que Yoana participa como compositora en la mayoría de las letras. En la parte escrita destacan esos mensajes sociales que tanto gustan al que suscribe, ya que en ellos se hace hincapié en la necesaria ayuda a personas que sufren problemas graves.
Está claro que ese aprendizaje a lo largo de los años se nota a la hora de ejecutar los temas de este trabajo, que fue formalizado con muchas ganas y tesón durante la pandemia. El título del disco rinde homenaje al comportamiento de todos y todas durante el estado sanitario que nos tocó vivir.
José Ramon Nieto “Kema Púas”
“Escuchar música te hacer ser mejor persona y te limpia el alma. Si es Rock, mejor”.