El pasado 1 de noviembre se celebró en la sala Clandestino de la ciudad de Albacete la octava edición del ARMMA Metal Fest en su Woman Edition, es decir, un festival dedicado a visibilizar la presencia de la mujer en el mundo del Rock Duro y el Heavy Metal. La fórmula es siempre la misma: tres bandas de distintos orígenes, con el elemento común de contar con al menos un componente femenino en sus filas.

La noche fue muy especial, ya que se producía la salida de la junta directiva encabezada por la presidenta Loli Parreño, la vicepresidenta Llanos Córcoles y la tesorera Gemma Prieto. Durante la intervención de las dos primeras ambas agradecieron al colectivo su apoyo y cedieron el testigo a las nuevas responsables de esta Asociación Rockera y Metalera de Mujeres de Albacete.

La velada comenzó a la vespertina hora de las seis y media de la tarde con el concierto de 4 Bajo Zero, formación que encabeza la cantante Rebeca Montón. Su repertorio estuvo basado en varias de las canciones de su último álbum, “A Rocka Viva”, publicado en 2024, como la propia que da denominación al trabajo.

No faltaron tampoco algunos de sus pequeños “grandes éxitos”, como “Abominable” (+ ”Miente”) o la doble entrega final de “Dame la respuesta” -con homenaje incluido al ‘Crazy train’ de Ozzy Osbourne- y ‘Paradise’. No faltó su intro de la película “Tiburón” y un breve guiño al ‘Seventh son of a seventh son’ de Iron Maiden al término del tema “Reacción”. También formaron parte de su repertorio el comienzo sin pausa de “Eres fuego” y “No tengo poderes”, así como otros títulos individuales como “La reina de la noche”, ‘Radio Underground’ o “Ángel de Papel”.

4 Bajo Zero asegura entretenimiento y diversión gracias a un Hard Rock muy sencillo a la par que bien tocado, al que le sientan como un guante las letras en castellano. El cuarteto contó con el apoyo de algún entregadísimo espectador desde la primera fila, que ocasionalmente cantó en el micrófono algunos de los estribillos de los valencianos.  

A las ocho y cuarto de la noche fue el turno de las madrileñas Rave In Fire, una formación en la que el 50% son mujeres: la cantante Selene Perdiguero y la bajista Sara Carretero ponen la parte femenina. La banda se mueve en unas tesituras claras de actualizada y pulida New Wave of British Heavy Metal. Pese al número de piezas no rastreables en plataforma alguna de difusión digital, el cuarteto demostró una poderosa capacidad de comunicación con el público. Cuidan la imagen y ofrecen un espectáculo entregado y con plena concentración instrumental y vocal, que termina convenciendo a quienes no les conocen en exceso.     

El grupo fue desgranando su repertorio en pequeños lotes de tres canciones, a saber: ‘Set me free’, ‘Beatiful eyes’ y ‘The healer’ -las dos primeras inéditas-; la también novedosa ‘Speed and rave’, ‘Sons of a lie’ y ‘Shout’ (con intro previa) y ‘Crown of stars’, ‘Wings of darkness’ y ‘Never forget’ -nuevamente desconocidas las dos iniciales-, para finalizar con su reciente single ‘Still standing’, ‘Memories’ y ‘Bite the fire’. Rave in Fire cuenta con dos obras editadas: el EP de 2018 ‘Chronicles of a Timeless End’ -del que sonó la ya citada ‘Beatiful…’ y su disco de 2022 ‘Sons…’, que fue interpretado de forma casi íntegra.

Una vez realizado a las nueve y cuarto de la noche el sorteo de un tatuaje y el generoso y gratuito “picoteo” con el que consiguen que la audiencia permanezca en el local, las mujeres y hombres de ARMMA se subieron el barco corsario de los sevillanos The Groggy Dogs. El navío partió a las diez de la noche y recorrió ‘Roaring seas’ para llegar a ‘The coast’ en apenas ‘Ten thousand’. El siguiente tramo de la travesía soltó amarras de una ‘Last night’s grog’ y ya ‘Drunken’ llegaron hasta ‘Katie’. La ‘Grog party’ continuó con la fiesta consecutiva de ‘Old Maui’ y ‘The wise’, con izado de bandera pirata final mediante las contagiosas ‘All for me grog’ y ‘Leave her Johnny’.

La formación que encabeza la violinista Fátima Caballero -con un papel tan fundamental con su instrumento y las segundas voces como la guitarra en cualquier otro grupo convencional- llevó la alegría a Castilla-La Mancha con sus tonadas celtas, 100% pegadizas y bailables. Fátima ocupa uno de los lugares destacados en un escenario plagado de recursos escénicos temáticos (redes, una calavera, un ancla) y sigue el patrón de vestuario ad-hoc de sus compañeros. En ‘The wise…’ hubo que agacharse colectivamente para brindar de un brinco a la orden del violín, muy presente en interludios y partes instrumentales como ‘Last night’s…’.