Hace unos días dábamos la noticia de la retirada del mundo de la música del batería José Martos, harto de cómo funciona el negocio en España y otros motivos relacionados con lo mal que está el mundo del Rock. Al poco, era su última banda, Atlas, al completo, la que decidía también dar carpetazo.

Hace unas horas, en su página de Facebook, el guitarrista Javier Mira daba un toque a los seguidores publicando esto:

Lo tengo muy claro… Si de este disco no saco para el siguiente, se acabó lo que se daba. ‘Mental Trip’ será el ultimo disco que edite. No quiero que me malinterpretéis, cada uno puede hacer con su dinero y gastárselo en lo que le salga de la polla. Pero si una empresa deja de vender sus productos, la empresa, los creadores del producto y trabajadores de ese producto, desaparecen y cierran el chiringuito. Hasta ahora, con los discos anteriores, he ido a duras penas recuperando los gastos y así pudiendo invertir en los discos siguientes, evidentemente sin beneficio alguno y llevando casi cuarenta años de carrera musical. Ahora, si queréis, hablamos de la mortaja del Rock patrio, su defunción, si esta vivo o muerto, si se le va a hacer un funeral, si se le incinera o qué…

Tras algunos comentarios de respuesta, Mira ha añadido:

Y me jode mucho tener que tomar esta decisión, por mí y por mucha gente anónima que se ha molestado siempre en adquirir mis discos y, de alguna manera, apoyar el rock de este pais de palurdos.

Después de agradecer a un buen grupo de personas que siempre le han apoyado, sigue escribiendo:

¡Cuánta gente debería aprender de vosotros, me cago en dios!, en vez de llenársele la boca a defensores del rock patrio y luego no mover el culo en ir a conciertos de bandas locales o bajarse música pirata como posesos, o dar al ‘me gusta’, la palmadita en la espalda u opinar como grandes tertulianos y expertos conocedores de la triste situación del rock patrio. Claro, todo esto es gratuito.

Curiosamente, no son sólo músicos españoles los que toman esta postura. Gene Simmons -KISS- lleva unos años diciendo que grabar un nuevo disco en esta época es una pérdida de tiempo y dinero, y no es el único que mantiene este discurso.