Según The Guardian, la última actuación en directo de Ozzy Osbourne, con su grupo en solitario y con Black Sabbath, el pasado 5 de julio, en el festival «Back to the beginning» en Villa Park, fue seguida en vivo por más de cinco millones de seguidores en todo el mundo.
Ozzy interpretó cinco canciones con su banda —compuesta por el guitarrista Zakk Wylde, el bajista Mike Inez, el teclista Adam Wakeman y el baterista Tommy Clufetos—. Luego, con los miembros originales de Black Sabbath cantó cuatro clásicos: «War pigs», «Iron man», «N.I.B.» y «Paranoid».
El cantante de 76 años, que padece párkinson, cantó sentado en un trono negro y, por momentos, pareció abrumado por la emoción. «No tenéis idea de cómo me siento, gracias de todo corazón», dijo al público.
Al final del concierto de Sabbath, Ozzy comentó ante el micrófono: «Esta es la última canción de mi vida. Vuestro apoyo nos ha permitido vivir una vida increíble, gracias de todo corazón». Osbourne recibió entonces una tarta mientras los fuegos artificiales iluminaban el estadio. Un mensaje en las pantallas decía: «Gracias por todo, sois increíbles. Birmingham forever«.
En el estadio hubo más de cuarenta mil personas y el festival contó con actuaciones breves de Metallica, Slayer, Pantera, Lamb Of God, Anthrax, Mastodon, Rival Sons, Halestorm, Alice In Chains, Gojira, Tool y Guns N’ Roses.
Todo el evento estuvo organizado, en el terreno artístico, por Tom Morello, guitarrista de Rage Against The Machine, y además de con las bandas hechas con su alineación habitual, contó posiblemente con la mejor alineación de músicos de rock y metal jamás reunidas en un solo día.
Hubo dos supergrupos en los que los músicos se intercambiaban según los temas y cuyos componentes fueron Nuno Bettencourt (Extreme), Jake E. Lee, K. K. Downing, Tom Morello, Billy Corgan (Smashing Pumpkins), Adam Jones (Tool), Vernon Reid (Living Colour), Papa V Perpetua (Ghost), Steven Tyler (Aerosmith), Sammy Hagar, Ronnie Wood, Chad Smith (RHCP) y otros.
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