Qué grande es Javier Teixidor, Me lo encuentro en los locales de ensayo de Tablada 25 después de no verle en quince años y el tipo está físicamente igual. Debe ser que el Rhythm and Blues tiene el poder de mantener eternamente jóvenes a sus músicos, porque lo del antiguo cantante de Mermelada no es normal. En aquella ocasión previa presentaba uno de los discos publicados con Desobediencia Records («Buenas noticias», 2001) y ahora que miro en mi colección veo que también tengo por las estanterías los CDs de «Justo ahora» (2002) y «Blues Casino», editado por Fiebre en 1998.
Tras todo este tiempo, la J. Teixi Band sigue en una forma envidiable y lo demuestra en su última producción, titulada «Desde el tren», que hace el número once de su trayectoria. La banda no tienen competencia en su estilo en España y el álbum es un subidón constante de ritmo y energía revitalizante, con la pomposidad propia de la sección de vientos y unos brillantes arreglos de piano. El digipack acartonado salió a la venta el pasado viernes 23 de septiembre y su presentación oficial tendrá lugar el miércoles 7 de diciembre en la sala Siroco, en medio de una semana extraña donde hay dos días festivos que invitan al macro-puente.
Los músicos que acompañan al cantante y guitarrista que da nombre al combo son J. Daniel Montemayor (bajo y acordeón -compañero de Teixi en Mermelada-), Emilio L. Galiacho (piano y órgano) y Charly Hens (batería, percusión y coros), los dos últimos antiguos miembros de Los Elegantes. Los vientos corren a cargo de Juan Muro (saxo), Antonio Pallarés (trombón) y Paco Ibáñez (trompeta).
En esta nómina de músicos y amigos están asimismo Juanma del Olmo (guitarra en «Desde el tren» -otro Elegante más-), Antonio Melgar (batería en «¿Qué vendéis?» y titular en su día en Mermelada), Javi «Hunka Hunka» (solo de saxo en «Estoy lejos») y el mejor armonicista del país, Ñaco Goñi, que castiga su instrumento en el tema «Quiero pronto»). Los controles del estudio han sido monitorizados en los Red Led de Madrid por el propio Teixi, que sabe cómo hacer sonar a su gente con el empaque necesario. ¡Ojalá estuvieran todos presentes en la noche de gala del estreno madrileño del disco!
La alegría emana de las notas de esta colección de clásicas canciones con marchamo de la Teixi Band, donde vuelven las letras sobre trenes, atardeceres en la ciudad, buscavidas que esperan que cambie su suerte («20 días» o sin ir más lejos la que da título genérico al capítulo) o personajes que vuelven a llegar de madrugada a casa (detalle horario de «Quiero pronto» que recuerda a aquel histórico «Las seis de la mañana» de la compota setentera).
Si en Mermelada Javier recomendaba «Coge el tren», aquí se sube al convoy para contarnos que los políticos nos engañan (su versión de Bob Dylan: «¿Qué vendéis?»), que las cuestiones del corazón nos siguen dando demasiados disgustos ( «Falso amor», «Estoy lejos» ) y que la metrópoli es un escenario lleno de historias de soledad y decepción («Buscando un amor» o la excelente «Rosas rojas»), pero también de lucha y superación («Huyendo de aquí» o la lírica en castellano de ‘Stand back’, sobre un original de The Fabulous Thunderbirds).
Teixi continúa siendo un descreído positivo, pero por fortuna aquí no hay ni una sola letra en la que se le pueda acusar de machista, como sí sucedió en alguna ocasión en el pasado. El repertorio comienza con una pieza instrumental (‘Lincoln Avenue’) y termina con dos temas grabados en directo en las capitalinas salas Honky Tonk y El Sol («Estoy loco» y «Quiero pronto», la primera de ellas procedente de un disco anterior: «Atrapado»).
El Soul, la música negra en su más amplio sentido (sonido Motown), el Blues y el Rock, todos juntitos y de la mano para dar a luz a una contagiosa sesión de ritmo y «marchote» con gafas negras y camisa o polo a juego.
Leo Cebrián Sanz
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