Ozzy Osbourne fue enterrado ayer (jueves 31 de julio) en los terrenos de su mansión en Buckinghamshire, Inglaterra.

Al servicio privado en la finca, ahora propiedad de Sharon Osbourne, que tiene 101 hectáreas, asistieron los familiares de Ozzy, así como Elton John, sus compañeros de Black Sabbath, Marilyn Manson, Corey Taylor, Rob Zombie, Zakk Wylde y algún miembro de Metallica (James Hetfield, seguro), entre otros amigos. En total, se comenta que hubo alrededor de 110 personas.

Un enorme arreglo floral en los terrenos de la mansión formaba la frase «Ozzy fucking Osbourne» a orillas del lago propio (el que se muestra en la imagen de arriba).

  • Es posible que hubiese alguna interpretación acústica por parte de los músicos asistentes ya que, como veis en la foto principal, Zakk Wylde portaba unas guitarras.

El cantante británico Yungblud, cuyo verdadero nombre es Dominic Harrison, hizo una lectura en el funeral privado. Curiosamente, Yungblud se hizo amigo de Ozzy y de Sharon Osbourne cuando invitó a ambos a aparecer en el videoclip de su canción de 2022 «The funeral».


En 2011, Ozzy habló sobre cómo quería que fuera su funeral en unas declaraciones a The Times: «Quiero asegurarme de que sea una celebración, no una ceremonia triste. También me gustaría que hubiera algunas bromas, como el sonido de golpes dentro del ataúd o un vídeo mío pidiendo a mi médico una segunda opinión sobre su diagnóstico de muerte. No quiero que se mencionen los malos momentos. Vale la pena recordar que mucha gente sólo ve miseria durante toda su vida, así que, desde cualquier punto de vista, la mayoría de nosotros en este país, especialmente las estrellas de rock como yo, somos muy afortunados. Por eso no quiero que mi funeral sea triste, quiero que sea un momento para decir ‘gracias'».

Osbourne también habló de su muerte en su autobiografía de 2010, «I am Ozzy». Escribió: “Al final, la muerte me llegará, como le llega a todo el mundo. Le he dicho a Sharon: ‘No me incineres’. Quiero que me entierren en un bonito jardín con un árbol sobre mi cabeza. Un manzano silvestre, preferiblemente, para que los chicos puedan hacer sidra conmigo y emborracharse hasta la médula. En cuanto a lo que pondrán en mi lápida, no me hago ilusiones, pero leo algo así, si cierro los ojos: “Ozzy Osbourne, nacido en 1948. Murió… -cuando sea-. Le arrancó la cabeza a un murciélago de un mordisco”.


Durante el cortejo del día anterior (30 de julio) por las calles de Birmingham, el coche fúnebre hizo un desvío para pasar por la calle donde creció (Lodge Road, Aston) y su casa de la infancia.