Ayer publicábamos un artículo en el que Rob Halford, cantante de Judas Priest, se quejaba de lo homofóbica que es la sociedad estadounidense todavía en la actualidad. Lo hizo en una entrevista para el programa de internet llamado “Queer the music”.

En este mismo espacio el cantante reveló que se casó el año pasado, sin dar la fecha concreta, con su pareja de hace muchos años, Thomas: “Nos casamos hace un año o así junto al cactus de fuera (de su casa, el que decía que le valía como objeto de adoración). Yo le decía: ‘Vamos a casarnos’. -‘No, no quiero casarme’, me contestaba. -‘Venga, vamos a casarnos, llevamos juntos toda la vida’. -‘No, no quiero casarme’. Y un día, en uno de nuestros paseos nocturnos, me suelta: ‘Creo que deberíamos casarnos’. Me fui directo a casa, cogí el teléfono, busqué un pastor ¡y listo! Fue una ceremonia muy simple. Sólo estábamos él, yo, alguien con licencia para casarnos y dos de mis grandes amigos: Jim Silvia, que fue mánager de giras de Priest durante años, y su mujer. Éramos cuatro alrededor de la piscina, junto al cactus, el cactus que llamo ‘heavy metal’. Duró un suspiro, algo rápido, pero fue bello, así de simple.”

Sobre el matrimonio, dijo Rob: “¿Es importante casarse? Lo dejo a tu elección. Tú decides si un papel tiene valor. A veces sí, muchísimo, pero para nosotros fue algo bonito, como completar algo en la relación. El compromiso sube a otro nivel cuando te casas, es algo grande. Y si no funciona, pues así es la vida. Pero tras 35 años juntos, en nuestro caso, parece que sí funciona.”

Halford aprovechó para dar un consejo al entrevistador, quien había comentado que lleva sólo un año de relación con su novio actual: “Te diría algo muy simple que puede sonar tonto: si uno hace la cena, que el otro lave los platos. No debes cocinar y además lavar. Tiene que ser un cincuenta/ cincuenta. Si no es equilibrado, si no hay armonía… Ese es el tema principal de las relaciones. Aunque ames profundamente a alguien, también debes seguir teniendo tu independencia, seguir siendo tú. Esa es la gran alegría, incluso si la relación es turbulenta. Muchos amigos míos tienen relaciones turbulentas, pero siguen juntos desde siempre, lo hacen funcionar. Y eso es amor en su forma más pura: haciéndolo funcionar.”


Hace dos años y pico Rob Halford habló sobre lo que significaba ser un hombre encerrado en el armario, en los ochenta, mientras tantos músicos de rock jugaban con la androginia del glam: “Si piensas en el glam rock, dos bandas que lo empujaron mucho, para mí, fueron Mötley Crüe y Poison, y en parte Cinderella, quizá Winger, L. A. Guns… había un montón. Y también Sebastian Bach cuando estaba en Skid Row. Eran tíos que parecían chicas y funcionaba. Nunca lo entendí porque entonces había mucha homofobia, pero ahí estaban estos tíos maquillados y la gente lo aprobaba, mientras yo, como un gay no declarado, me decía: ‘¿Qué me estoy perdiendo?, ¿cómo es que yo no puedo salir del armario por miedo a perder mi carrera y mi banda, y estos cabrones van por ahí con esa pinta y todo el mundo los adora?’”